Ya en la primera sesión del caso se descubrió que Onyango Obama era un inmigrante ilegal buscado por las autoridades migratorias, por lo que fue inmediatamente enviado a prisión.
La Corte de Inmigración le ordenó abandonar el país en 1989, pero Onyango no solo no lo hizo, sino que presentó una apelación. El keniano perdió el juicio y recibió una orden de expulsión en 1992, pese a lo cual siguió residiendo en el país.
Sin embargo, parece que la Corte no se apresura a la hora de deportar al familiar del jefe de estado: la audiencia de deportación del keniano se celebrará el 3 de diciembre. El presidente Barack Obama ha reconocido que no sabía que su tío estaba en el país ilegalmente y declaró que no iba a intervenir en el juicio.
"Todo el mundo quiere quedarse en Estados Unidos", dijo el abogado del hombre, Scott Bratton. "Espero que el 3 de diciembre este caso se termine".
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