Concretamente, el capo repartió 320 teléfonos móviles entre los habitantes del pueblo de Villaricca (cerca de Nápoles) para que desde ahí votasen a su hija en el reality Ti lascio una canzone, un tv show musical emitido en la televisión italiana.
El clan al que pertenece el Ferrara, los Ferrara-Cacciapuoti, llegó a fundar un club de fans en el mismo ayuntamiento de la localidad. A pesar de su empeño, su hija Giovanna Ferrara, de 13 años de edad, no logró ser la ganadora ya que finalmente quedó en segundo lugar.
El propio Ferrara acudió al plató del tv show el día de la final para ver actuar a su hija. Una vez concluyó dicho concurso, requisó los teléfonos móviles que había repartido entre los habitantes de su pueblo y los guardó en su propia casa.
A los pocos días, la policía detuvo al capo y encontró en su casa los dispositivos, que en un principio se creyó que tenía relación con tráfico de drogas.
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