De acuerdo con el presidente de la Federación Costarricense de Futbol , Eduardo Li, ayer en la madrugada recibió una llamada de FIFA . Cuando colgó y volvió a su cama (si es que pudo hacerlo), Costa Rica ya no era sede de la Copa Sub-17 femenina del 2014.
Las razón principal: demasiado retraso en la construcción y remodelación de estadios y canchas. En el cronograma oficial esto debía iniciar en enero; en este momento no hay nada hecho.
Sin lugar a dudas, un ridículo mayúsculo internacionalmente.
Pero aunque la noticia impacta, arde y duele, ya se veía venir.
El concierto de errores que se suscitó desde la designación en marzo del 2011, y que se incentivó conforme el calendario apretó, prevía una decisión como la que tomó una de las entidades más serias y poderosas de todo el orbe.
Ahora, hay que intentar descubrir qué y quién falló.
Sin embargo, en el momento de señalar con el dedo, unos reparten la culpa, mientras que otros simplemente se lavan las manos.
La Fedefútbol y el Comité Organizador Local del torneo expusieron que el Gobierno no les giró los fondos prometidos para construir ocho canchas naturales en Jacó y Liberia y para el readecuamiento del estadio Edgardo Baltodano. Estos eran cerca de $3 millones.
La respuesta fue y sigue siendo que el dinero siempre estuvo ahí en la mesa, solo que el ente futbolístico nunca cumplió con la entrega de todos los documentos requeridos para que la Contraloría General de la República le aprobara su presupuesto del 2013 y, por ende, autorizara la millonaria transferencia.
Opiniones y versiones. Y aquí empieza el ida y vuelta.
Li aceptó ayer que fueron cosas muy simples las que enlodaron el traspaso del dinero. Una de ellas fue no entregar la certificación que indica estar al día con las cuotas obrero patronales que solicita la Caja Costarricense del Seguro Social. Otra fue la equivocación en un número de una liquidación.
Pero también adujo que la tramitología en suelo tico no es ágil ni amigable para una actividad a la que denominó “proyecto país”, y citó como ejemplo que los permisos de Setena aún están en ascuas.
Además, descargó que el aumento presupuestario del Icoder para el 2013 (por el cual pasarían los $3 millones) se solicitó en diciembre y se aprobó hasta el 19 febrero, por lo que aunque hubiesen cumplido con los requisitos, no se podría haber girado el dinero antes de esa fecha, debido al alto monto.
Por su parte, el Ministro de Deportes, William Corrales, y el Ministro de la Presidencia, Carlos Ricardo Benavides, en los últimos días se aferraron firmemente a que la Fedefútbol estuvo morosa en varios meses con organizaciones estatales como la Caja y Fodesaf.
Se intentó conocer el criterio de Corrales sobre la situación del aumento presupuestario del Icoder, pero después de solicitar ser llamado más tarde, no contestó más.
De la morosidad de la Fedefútbol, La Nación tiene copia de los estados de octubre, noviembre, diciembre y febrero.
FUENTE: David Goldberg J. - http://www.nacion.com |