El equipo español se alzó con la medalla de oro, pero la fama que buscaban hizo que fueran descubiertos, según ha explicado Carlos Ribagorda, uno de los jugadores: "Al llegar a España nos dijeron que, por culpa de una foto que había publicado 'Marca' después de que ganáramos el oro, mucha gente nos había reconocido. 'Anda, si a ese le conozco yo', 'pues yo he jugado con ese otro, y de discapacitado nada'". Ribagorda, que destapó el fraude en la revista 'Capital', explicó los motivos que llevaron a cometer la estafa: "El entrenador, Eduardo García, que era además el brazo del presidente, nos decía una y otra vez: 'chavales sin medallas no hay patrocinios ni subvención', y lo cierto es que tenía razón, el deporte es así".
Ayer lunes, 19 miembros de la Federación Española de Deporte para Discapacitados Intelectuales (FEDDI) responsables del engaño paralímpico se sentaron en el banquillo de la Audiencia Provincial de Madrid, acusados de los delitos de falsedad y estafa.
Estaba previsto que el juicio se prolongase durante cuatro días, pero un acuerdo entre las partes ha supuesto la retirada de las acusaciones a 18 de ellos, de tal manera que han quedado absueltos. El juicio se saldó con un único acusado, Fernando Martín Vicente, presidente de la FEDDI, que ha sido condenado a pagar una multa de diez euros al día durante doce meses por el delito de falsedad, y otra de diez euros al día durante seis meses por el delito de estafa, un total de 5400 euros. Además, Martín Vicente restituyó los 142.355 euros que defraudó cobrando subvenciones concedidas porque los deportistas eran supuestamente minusválidos.
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