PUEDE LEER TODAS LAS SEMANAS LOS EXCELENTES TRABAJOS PERIODÍSTICOS DE LOS DANIELES EN INFORME25.COM

martes, 9 de diciembre de 2014

(Costa Rica) Denuncian encarecimiento de gasolina y diésel para abaratar asfalto y gas

Una maniobra matemática hecha a finales de 2008 por la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep), perjudica, desde entonces, a los consumidores de diésel y gasolina, quienes pagan más caro el litro para que las empresas asfalteras y los usuarios del gas ahorren millones con precios más bajos.

Entre 2009 y setiembre de este año, los clientes de diésel pagaron hasta ¢73.500 millones de más, mientras los de gas se ahorraron unos ¢33.270 millones. Los otros ganadores son las firmas que compran asfalto y emulsión, las cuales se economizaron al menos ¢11.600 millones en detrimento de los compradores de gasolina regular y súper, quienes desembolsaron ¢29.500 millones de más.

Una investigación de La Nación halló que ese subsidio para abaratar el gas y el asfalto (y subir el diésel y la gasolina), está oculto en la fórmula de precios creada por la Aresep en noviembre de 2008. En esa fecha, bajo el mando del entonces regulador Fernando Herrero, la entidad modificó la forma de cargar al precio final los costos de la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope), conocidos como factor K y necesarios para llevar a sus planteles los 15 productos que vende.

Un subsidio cruzado se da al asignarle a un producto un costo superior al real con el fin de reducir el precio de otro. Eso ocurrió con la fórmula de cálculo, porque aunque Recope tiene definidos los costos de distribuir cada producto (incluye: seguro, flete, cargos portuarios e inventario, entre otros), la Aresep los recalcula, basándose en su precio de importación.

En los últimos seis años, a Recope le costó ¢45 en promedio poner en sus planteles cada litro de diésel, pero el resultado de la operación financiera de la Aresep elevó ese monto a ¢57. Los consumidores pagaron, en promedio, ¢12 más por litro. La media del precio final del diésel (entre 2009 y setiembre anterior), debió ser ¢568 y no de ¢580.

Por el contrario, en ese lapso, los usuarios de gas (en su mayoría industrias, comercios, hoteles y restaurantes) pagaron, en promedio, ¢27 por litro; ¢24 menos respecto del costo real de Recope: ¢51. De no existir el subsidio, el litro habría costado ¢258, pero se cobró ¢234.

En el caso de la gasolina, la distribución de un litro de regular significó ¢50 y la de la súper, ¢51. No obstante, la Aresep subió el K de la regular a ¢54 y el de la súper a ¢56. Una diferencia de ¢4 y ¢5 en contra del consumidor, respectivamente. Los usuarios pagaron por litro de regular ¢641 y ¢666 por el de súper.

Al asfalto, la fórmula más bien lo favoreció. El factor K de ese producto, en el periodo estudiado, fue de ¢40 y no los ¢70 requeridos por Recope. Eso permitió a los empresarios comprar el litro en ¢333 y no en los ¢363 que debían pagar. La Aresep justificó que con el cambio bajaría el costo de los contratos de construcción y mantenimiento vial. También porque se favorecería al gas para cocinar utilizado como sustituto de la electricidad y la leña.

Para llegar a estas conclusiones, La Nación creó una base con datos extraídos de 59 resoluciones de precios, ordinarias y extraordinarias, emitidas por la Aresep en documentos de Word y PDF, entre junio de 2009 y setiembre de este año.

Los componentes de la fórmula se desagregaron para averiguar cómo se incluyen los costos operativos de Recope en el precio de los #combustiblescr. El impacto económico sobre los consumidores se estimó al multiplicar las ventas de cada carburante por los costos que les asigna la Aresep y también por los costos reales de Recope. Al resultado de la primera multiplicación se le restó el de la segunda. (Metodología de investigación)

Esta es la primera entrega de seis reportajes donde este medio evidencia por qué los ticos pagan los hidrocarburos más caros del Istmo.

Descargo. Consultado al respecto, el exregulador Herrero argumentó, en un correo electrónico, que el cambio de fórmula procuraba dejar explícito que los precios de los #combustiblescr se originan en dos fuentes: sus costos de importación y los de Recope.

“Creo que no se puede hablar de un subsidio cruzado, porque al usar un factor (K) en porcentaje igual para todos los productos, lo que se hace es distribuir los costos de operación en forma proporcional a los costos de importación”, sostuvo Herrero.

Sin embargo, Xiomara Garita, analista tarifaria del ente regulador, afirmó que siempre se supo que al variar la metodología se creaba un subsidio en contra de los consumidores de diésel y gasolina.

“Fueron decisiones superiores. El regulador fue plenamente consciente de eso”, agregó Garita, quien formó parte del grupo redactor del informe que sustentó la nueva fórmula. La funcionaria alegó que actuaron a petición de Fernando Herrero y sus asesores. “Se da la orden al equipo técnico y este la aplica”, recalcó.

El subsidio se produjo aunque, por ley, la Aresep está obligada a garantizar que ninguna empresa de servicios públicos discrimine a un sector o consumidor.

En cuanto a Recope, el cambio en el cálculo de sus costos no la afecta; siempre recibe los recursos necesarios para funcionar. “La fórmula sí impacta a los consumidores”, reconoció Luis Carlos Solera, jefe de Estudios Económicos de la Refinadora, para quien la metodología “no es transparente”. La empresa apeló la resolución de la Aresep en todas las instancias, pero sin éxito.

Hasta hoy, la Autoridad Reguladora mantiene el mismo esquema para fijar los precios de los #combustiblescr. Ingrid Araya, coordinadora de tarifas de Hidrocarburos, dijo el miércoles anterior que analizan una nueva fórmula.

FUENTE: Hassel Fallas - Mercedes Agüero - Pablo Robles y Marco Hernánde -http://www.nacion.com

LEA...

 

LO + Leído...