Tres días atrás, en la localidad de Los Robles, provincia de Buenos Aires, la mujer, de nacionalidad italiana, tuvo que ser internada debido a una descompensación que sufrió mientras realizaba su marcha.
En diciembre comenzó su perliplo. Lleva consigo una promesa y un pedido a la Virgen por los jóvenes y la paz del mundo. En febrero había pasado por Tío Pujio, en Córdoba.
"Soy feliz caminando. Nunca pensé recibir tanta gracia", contó a La Voz.
Emma no tiene familia. Su casa está en Castiglione delle Stiviere, en la provincia de Mantua, en el norte de Italia, pero no suele quedarse quieta. Ya realizó caminatas por Polonia, Israel, México y Brasil.
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