La Corte Suprema de Justicia (CSJ) pidió al TE el pasado 16 de marzo despojar a Martinelli de la protección electoral y presentó las 11 mil 832 hojas en 23 tomos del expediente abierto por supuestos delitos contra la Administración Pública.
En una primera reacción, el máximo responsable del partido Cambio Democrático (CD) y diputado del Parlamento Centroamericano (Parlacen), pidió a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) medidas cautelares de protección.
Sidney Sitton, abogado del exmandatario, presentó el recurso ante el secretario ejecutivo de la CIDH, Emilio Álvarez, donde menciona al supuesto doble juzgamiento porque se tramitan dos procesos por la misma causa (CSJ y Fiscalía Anticorrupción) rompiendo así la unidad procesal.
El exgobernante panameño fue señalado por el exdirector del Programa de Ayuda Nacional (PAN), Giacomo Tamburrelli, como supuesto responsable por la firma de un contrato de 44,9 millones de dólares para la compra de comida deshidratada con supuesto sobrecosto (comisión).
Por otra parte, dos altos funcionarios del Consejo Nacional de Seguridad, detenidos por participar en espionaje telefónico ilegal, aseguran que ellos eran dirigidos personalmente por Martinelli, y a ello se suma que desaparecieron los sofisticados equipos con los cuales realizaron tales actos.
El exmandatario buscó infructuosamente refugio en el Parlacen, en su condición de diputado del mismo, pero las normas de este órgano regional establecen que la inmunidad depende de las leyes de cada país, y Panamá eliminó ese privilegio, aunque estableció que solo la CSJ puede juzgarlos.
Martinelli se marchó del país en febrero pasado bajo el pretexto que haría una gira internacional de denuncia al gobierno de Juan Carlos Varela, por supuesta persecución política.
Actualmente permanece en el extranjero, con paradero desconocido oficialmente, aunque fue visto por última vez en la ciudad estadounidense de Miami, si bien analistas locales señalan que podría refugiarse en algún país con el que Panamá no tenga tratado de extradición.
FUENTE: Prensa Latina |