El encuentro a tres fue ideado por Margallo, que llamó por teléfono a Rivera el sábado para comunicárselo después de que el pasado miércoles ya se viera con el presidente de Ciudadanos para ultimar los detalles logísticos y de seguridad del desplazamiento a la capital venezolana. Zapatero y el ministro advirtieron al líder naranja de los riesgos del viaje y también compartieron con él las necesidades de la oposición política de que se visualice un apoyo internacional a su situación.
Rivera aseguró en Madrid antes de desplazarse al aeropuerto de Barajas que “es bueno un viaje de esta naturaleza” para “escuchar, aprender y ayudar a aquellos que pide ayuda” en un país que no sólo debe abordar un problema político sino también humanitario. “Cuando en un país rico falta comida, medicinas y libertad hay que ayudar a dar soluciones humanitarias”. El dirigente centrista insistió en que “su objetivo es ayudar” y asegura que se pondrá a disposición también del Gobierno liderado por Nicolás Maduro si solicitan una reunión con Ciudadanos.
La cita del domingo y los contactos mantenidos con Felipe González sirvieron exclusivamente, según el dirigente barcelonés, "para preparar el viaje y escuchar consejos", que aseguró que no abordaron otros temas porque "el objetivo era muy claro". El líder de Ciudadanos puso el acento en que mantener encuentros o contactos con expresidentes y con miembros del actual Gobierno español debe ser “lo normal” y “si me llaman diez veces, allí estaré”. Por otro lado, Rivera agradeció “la ayuda prestada desde el Ministerio de Exteriores” e insistió en que “el único marco para que exista diálogo entre el Gobierno venezolano y la oposición es el respeto a la Constitución, a las normas y a los derechos humanos”.
A falta de los últimos detalles, la agenda del líder naranja está prácticamente cerrada. La mujer de Leopoldo López, Lilian Tintori, le recibirá en el Aeropuerto de Caracas y mantendrá una cena con el resto de la familia de López. Será el martes cuando intervendrá en la Asamblea Nacional, tras ser recibidos por la directiva y comisión de Exteriores. También habrá un encuentro con el líder de la oposición, Henrique Capriles y participará en un acto con las familias de los 91 presos políticos en Venezuela.
Dispositivo de seguridad y noche en la embajada
El dirigente barcelonés pernoctará en la residencia de la embajada española por cuestiones de estricta seguridad. Rivera ya se reunió el pasado miércoles con José Manuel García-Margallo, y con el embajador español en Venezuela, Antonio Pérez-Hernando -que vuelve hoy al país latinoamericano tras un mes fuera como protesta por la actitud de Nicolás Maduro-, para ultimar los detalles del viaje y comunicar oficialmente su agenda. El servicio policial de la embajada y el cuerpo diplomático en Caracas -dependiente de la cartera que aún ocupa Margallo- serán los encargados de desplegar un amplio dispositivo de seguridad paragarantizar la protección del líder de la formación naranja y su equipo en un momento de dificultades institucionales.
Sobre la posibilidad de que le nieguen la entrada en el país -prevista para la madrugada del lunes al martes en horario español- tras las amenazas del expresidente de la Asamblea Nacional y diputado chavista, Diosdado Cabello, que exigió a la policía migratoria la expulsión del líder de Ciudadanos al tomar tierra, Rivera reconoció que "no tiene un plan B" al considerarse "un ciudadano español que va a entrar en el país, como muchos otros" y, sobre todo, "porque una intervención en la Asamblea Nacional nunca debe ser considerada como una amenaza".
FUENTE: Paloma Esteban - http://www.elconfidencial.com