El incidente ocurrió poco antes de que Varela suscribiera un acuerdo con la cacica de la comarca Ngäbe-Buglé, Silvia Carrera.
Varela se enfrentó verbalmente con varios de los manifestantes, a quienes insistió en decirles que se calmaran y que estaba allí con la autoridad que le confiere el hecho de ser "su presidente".
El incidente se dio en medio de piedras, gritos, empujones e impedimento de salida del presidente Juan Carlos Varela y la cacica, quienes tuvieron que buscar refugio ante el ataque que se dio, a pesar de la presencia en el sitio del ministro Seguridad, Alexis Bethancourt, y del director del Consejo Nacional de Seguridad, Rolando López, quienes se encontraban a menos de dos 30 metros de la escaramuza.
Mientras se realizaba la firma del acuerdo, un grupo de indígenas en contra del proyecto hidroeléctrico de Barro Blanco mantenía retenidos a dos de los caciques, Chito Gallardo y Jeremías Montero, a quienes golpearon para luego dirigirse contra el cordón de seguridad que custodiaba la firma, y se enfrentaron con unidades policiales, lanzando piedras.
Un carro de la escolta del presidente resultó con los vidrios rotos.
Por otra parte, el comisionado de la Policía de Oriente, Luis Quiel; un SPI y un miembro de Senafront resultaron heridos por las piedras que arrojaron los indígenas en contra de los miembros de la mesa en la que el mandatario firmaba el acuerdo.
Rápidamente, la seguridad presidencial sacó al presidente de la mesa, una vez firmado el acuerdo, así como a la cacica Silvia Carrera y los mantuvo por más de dos horas en uno de los salones de clases, fuertemente custodiados, mientras los indígenas gritaban que no permitirían que salieran del lugar sin antes quemar dicho acuerdo.
Ricardo Miranda, del M-10, manifestó que todo se trató de una burla del Gobierno y que dicho acuerdo no es válido, ya que desconocen a Carrera como autoridad para firmar el mismo, ya que solo es una persona que se ha vendido al Gobierno.
Los indígenas decidieron cerrar el portón principal de la escuela y custodiar el mismo para no permitir la salida del mandatario ni de la comisión de Gobierno ni de las autoridades indígenas que estuvieron en la firma del acuerdo.
Transcurridas unas dos horas, el mandatario --escoltado con un cerco policial-- pidió hablar con los dirigentes y que se le permitiera su salida y la de las autoridades de la comarca, o serían arrestados.
El propio mandatario tuvo que escoltar a la cacica Carrera hasta uno de los vehículos, así como al resto de los caciques, en medio de gritos del resto de la población que los tildaba de traidores y que pagarían todo lo que hicieron, que mejor les salía no volver a la comarca.
Acuerdo dice que el proyecto será operado por un grupo panameño
El acuerdo firmado ayer consta de cinco puntos, uno de los cuales garantiza que el proyecto será operado por un grupo de personas panameñas, de los cuales el 50% debe ser indígena.
Se acordó el retiro de Genisa de la operación del proyecto y será reemplazado por un tercero que es independiente y que cuenta con experiencia para la operación y mantenimiento.
Además, las acciones de Genisa serán traspasadas a un fideicomiso que mantendrá su custodia como garantía del pago de los préstamos otorgados por los bancos internacionales
Por otra parte, el Banco Nacional de Panamá será nombrado como fiduciario.
El presidente señaló que el acuerdo se busca beneficiar a la comarca y le corresponderá al Congreso ratificar la firma del mismo.
FUENTE: Mayra Madrid - http://www.panamaamerica.com.pa