
El adjudicatario es Ramiro Jaquete SA, popularmente conocido como el rey del rancho, cuyos trabajadores están experimentando problemas para cobrar en otras cafeterías emblemáticas como la del hospital Ramón y Cajal o la de la sede del Estado Mayor para la Defensa. Diversos indicios apuntan a que la situación de la empresa es cercana al concurso de acreedores. Fabiola Guerra, responsable de hostelería en Comisiones Obreras, lleva años reclamando a las instituciones que tomen medidas contra Jaquete. "He demostrado ante una inspección de trabajo que, aun teniendo deudas con los trabajadores y escudándose en la falta de liquidez, pagaban a través de una caja B a los extras. Hemos presentado incluso los recibos, pero nada, no hemos recibido ninguna respuesta".
Así, los trabajadores de Moncloa pararán de 13:00 a 15:00 durante los días señalados con el apoyo de Comisiones Obreras. Algunos camareros de Moncloa han preferido actuar por su cuenta y han llevado a Jaquete a los tribunales: “Fueron al juzgado de la calle Hernani y la abogada de Jaquete les dijo que no les pueden pagar porque no tienen dinero. Han reconocido que están arruinados”, dicen fuentes sindicales. Otros trabajadores se han negado a cobrar en metálico, uno de los movimientos que denuncian trabajadores de Ramiro Jaquete SA en todas sus adjudicaciones y que podría tener como objetivo la evasión de impuestos.
Las dos cafeterías de Moncloa viven una situación surrealista, ya que muchos proveedores han dejado de servir a Jaquete porque tampoco ellos cobran. “Los camareros van a comprar las cosas al supermercado, que no está precisamente cerca, y falta de todo. Un día no hay aceite para freír unos calamares, otro día no hay limón para la Coca-Cola...”, lamentan desde Moncloa.
Algunos de los trabajadores tienen que coger del bote para pagarse el transporte a casaEl 30 de marzo se celebró en el Instituto Laboral de la Comunidad de Madrid un acto de mediación entre empresa y plantilla que resultó sin avenencia. La plantilla, entre tanto, se encuentra en una situación insostenible: uno de los camareros, inmigrante latinoamericano sin familia en España, se va pagando el transporte para ir a trabajar con el dinero que saca del bote que dejan los clientes. “Estamos haciendo una caja común para cuando la gente empiece a tener problemas serios”, asegura un funcionario de Moncloa.
Además, algunos de los competidores de Jaquete han denunciado públicamente que los funcionarios les ponen trabas a la hora de trabajar con ellos, ya que se mantienen fieles a la empresa de Tres Cantos, cuya situación límite podría desembocar, como temen los sindicatos, en la quiebra y la consecuente intervención del Fogasa.Así, los trabajadores de Moncloa pararán de 13:00 a 15:00 durante los días señalados con el apoyo de Comisiones Obreras. Algunos camareros de Moncloa han preferido actuar por su cuenta y han llevado a Jaquete a los tribunales: “Fueron al juzgado de la calle Hernani y la abogada de Jaquete les dijo que no les pueden pagar porque no tienen dinero. Han reconocido que están arruinados”, dicen fuentes sindicales. Otros trabajadores se han negado a cobrar en metálico, uno de los movimientos que denuncian trabajadores de Ramiro Jaquete SA en todas sus adjudicaciones y que podría tener como objetivo la evasión de impuestos.
Las dos cafeterías de Moncloa viven una situación surrealista, ya que muchos proveedores han dejado de servir a Jaquete porque tampoco ellos cobran. “Los camareros van a comprar las cosas al supermercado, que no está precisamente cerca, y falta de todo. Un día no hay aceite para freír unos calamares, otro día no hay limón para la Coca-Cola...”, lamentan desde Moncloa.
Algunos de los trabajadores tienen que coger del bote para pagarse el transporte a casaEl 30 de marzo se celebró en el Instituto Laboral de la Comunidad de Madrid un acto de mediación entre empresa y plantilla que resultó sin avenencia. La plantilla, entre tanto, se encuentra en una situación insostenible: uno de los camareros, inmigrante latinoamericano sin familia en España, se va pagando el transporte para ir a trabajar con el dinero que saca del bote que dejan los clientes. “Estamos haciendo una caja común para cuando la gente empiece a tener problemas serios”, asegura un funcionario de Moncloa.
Además, algunos de los competidores de Jaquete han denunciado públicamente que los funcionarios les ponen trabas a la hora de trabajar con ellos, ya que se mantienen fieles a la empresa de Tres Cantos, cuya situación límite podría desembocar, como temen los sindicatos, en la quiebra y la consecuente intervención del Fogasa.
FUENTE: Á. V. - A. P. - http://www.elconfidencial.com