
Este es el panorama que a diario se observa en las calles de la ciudad. Los venezolanos utilizan las maletas de almohadas y las sábanas de colchón. Otros cuelgan hamacas y se valen de cartones para abrigarse. El descanso lo hacen en grupos y al despuntar el sol, salen en búsqueda de nuevas oportunidades. Lo curioso es que lo hacen a costa de todo, sin importarles ocupar el espacio público, tendiendo ropa en árboles, regando basuras y todo, bajo la complicidad de las autoridades colombianas que no hacen respetar la casa.
Los venezolanos que han llegado a Cúcuta, sin importar la edad, el sexo o la religión, tienen un mismo propósito: escapar de la crisis social y política que afronta el vecino país, publicó La Opinión.


FUENTE: Con información de http://elcooperante.com