
Esta es la cárcel de la polémica y por muchos motivos: las obras acabaron en 2013. El presupuesto se ha elevado a 130 millones de euros y no se ha estrenado como prisión sino como CIE (Centro de Internamiento de Extranjeros). Y se inaugura apenas con dos módulos abiertos al completo. El resto, según Francisco Macero, secretario de Organización del sindicato de prisiones Acaip, presenta deficiencias: solo hay dos líneas telefónicas y la electricidad funciona a cuentagotas.
Nieto se muestra orgulloso de inaugurarla “un 26 de febrero, cuando nos dijeron que no estaría para abrir en todo este año”. En realidad, hasta dentro “de un año y medio o dos” no contará con toda la plantilla de funcionarios de Instituciones Penitenciarias. Sobre los destrozos que provocaron los inmigrantes en su estancia, Interior no quiere ofrecer el dato de a cuánto se ha elevado el gasto.
De lo que sí quiso desprenderse de toda responsabilidad el secretario de Estado de Seguridad es del uso de la piscina cubierta. Tampoco ofreció el coste desglosado de la instalación. “En este tipo de infraestructuras hay que tener en cuenta que en el periodo de tiempo entre el que se planifica y ejecuta se tarda como mínimo seis años y de media ocho o 10. La situación presupuestaria es la que es”, señaló a este diario.
“Tampoco íbamos a dinamitarla”, dijo Nieto refiriéndose a la piscina. “Este Gobierno ha realizado otros centros penitenciarios con un diseño totalmente diferente”. La cárcel contará con 12 módulos residenciales y 50 celdas en régimen cerrado. En total, podría acoger a unos 2.000 reclusos. El ping-pong y el futbolín tampoco faltan en el centro penitenciario. (PULSE AQUÍ PARA VER MÁS)
FUENTE: Con información de AGUSTÍN RIVERA - https://www.elconfidencial.com - (PULSE AQUÍ)