
La propuesta presentada ayer divide la venta de activos en dos bloques. El primero es formado por la Rnest y la Refinería Landulpho Alves (Rlam), en Bahía. El segundo, por la Refinería Presidente Getúlio Vargas (Repar), en Paraná, y por la Refinería Alberto Pasqualini (Refap), en Rio Grande do Sul. Con la venta de esas cuatro unidades y sus respectivas terminales logísticas, la estatal concentraría las operaciones en el Sudeste y, aún mantendría el control sobre el 75% del mercado de refino del país.
"La previsión es que lleva nueve a doce meses antes de la firma del contrato con las empresas y su presentación a la CADE (Consejo Administrativo de Defensa Económica)", dice el gerente general de la reestructuración de refinación, comercialización y transporte de Petrobras, Arlindo Moreira. La expectativa de la empresa es que dentro de cuatro semanas el diseño es aprobado y, a partir de entonces, ya sea iniciado los trámites requeridos por el Tribunal de la Unión ( TCU ).
El proyecto incluye una observación sobre la Rnest: la conclusión de la obra quedaría bajo la responsabilidad de la controladora mayoritaria. De acuerdo con Petrobras, el segundo tren de refino está 85% concluido. Para Moreira, a pesar de la necesidad de aplicación de capital para la conclusión de la obra, el emprendimiento, que es el más moderno del país, todavía sería una inversión atractiva.
Diseñada para procesar 230 mil barriles de petróleo por día (bpd), la refinería hoy sólo produce 100 mil bpd. Además de que el primer tren está terminado, su capacidad está limitada por la instalación incompleta de equipos requeridos para reducir la emisión de gases contaminantes. Según el gerente general de reestructuración, esta etapa debe concluirse aún este año.
MONOPOLY
Pero la producción por debajo de la capacidad no es exclusiva del emprendimiento pernambucano. Su socio en el bloque a la venta, Rlam, pasó por una ampliación concluida en 2010. "Hoy la refinería actúa con apenas el 51% de su capacidad. La reducción de la producción aumenta el costo por unidad producida, entonces no se puede entender la lógica de esa reducción. "Cualquier empresa en el mundo tendría interés en mantener el propio monopolio, sólo Petrobras que está en la dirección contraria", critica el presidente del Sindicato de los Petroleros de Bahía (Sindpetro-BA), Deyvid Bacelar. La refinería baiana es la segunda mayor del país y fue la primera construida en Brasil, en 1950, anterior incluso a la propia Petrobras.
"Sin competencia y socios privados, Petrobras no tuvo disciplina de mercado suficiente para evitar los enormes errores de planificación. En cierto momento, Petrobras se comprometió a hacer cuatro refinerías al mismo tiempo, y una, la Rnest, en sociedad con la problemática PDVSA, de Venezuela. Además, decidió por un plan de aceleración que tenía un objetivo político y resultó en un aumento de costos y más corrupción ", resume el profesor de la Asia School of Business (Malasia) y doctor e investigador del MIT (EEUU), Renato Lima.
Para el profesor del Instituto de Energía de la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ) Edmar de Almeida, el plan es una alternativa al déficit de refino que enfrenta el país, ya que la capacidad de las refinerías no acompaña la extracción. Como resultado, el país necesita importar derivados de petróleo brasileño refinados por ahí.
"Vamos a tener que hacer una elección cara. "O continuamos con un monopolio y obligamos a Petrobras, que no tiene dinero, a invertir, o abrimos a empresas privadas, que van a pagar el precio de mercado, y no lo que las refinerías costaron de hecho al gobierno", pondera Almeida. (PULSE AQUÍ PARA VER MÁS EN IDIOMA ORIGINAL)
FUENTE: Con información de http://jconline.ne10.uol.com.br