
Las pesquisas apuntan a que, tras el incidente no planificado de una explosión de una bomba, los terroristas decidieron accionar su plan b, el cual, incluía el atropello masivo en La Rambla que dejó 16 víctimas fatales y cientos de heridos. Tras esto, la célula había planificado otro ataque para el 20 de agosto, el que se llevaría a cabo en el Camp Nou, donde el Barcelona se enfrentaría con el Betis.
Dos de los atacantes habían comprado camisas y artículos relacionados con el Barca, por lo que los policías creen que iban a ingresar al estadio como parte de los aficionados. Por otra parte, estos planificaron una explosión con carro bomba en la Sagrada Familia, y en la torre Eiffel, en París, a donde dos de los terroristas viajaron para explorar el terreno de primera mano. En este, los investigadores no han determinado si pretendían utilizar carros bomba o chalecos explosivos.
Lo que sí pudieron determinar es que en los ataques no se utilizarían suicidas, sino que todas las explosiones se harían en remoto. Así lo confirmó el único miembro vivo y detenido por las autoridades. Las investigaciones también resolvieron que una discoteca gay, ubicada en Sitges, Cataluña, estaba entre los planes de atentado. Para este ataque, los terroristas utilizarían 200 kilos de triperódido de triacetona, un explosivo mortal.
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