
Si bien hay que recomendar el atún rojo por las diversas propiedades que posee, “este tipo de consumo tampoco debe tomarse a la ligera pues el exceso del mismo puede llegar a ser perjudicial para la salud”, alertan desde el portal Hablemos de Peces. Al ser uno de los depredadores más longevos, puede acumular ciertas cantidades de mercurio que ponen en riesgo nuestra integridad física si abusamos de este alimento. “Es el principal motivo de interferencia del desarrollo neurológico del cuerpo, por eso no es recomendable que las mujeres embarazadas lo consuman y mucho menos niños menores de 5 años”, añaden, así como las personas que padecen niveles elevados de grasa.
Dejando atrás sus propiedades e inconvenientes, el atún rojo se mantiene como uno de los pescados más exclusivos y solicitados del mundo. Su prestigio llega incluso a las costas españolas, más concretamente a Andalucía, Valencia, Murcia o Ceuta. Sin embargo, un ejemplar destaca entre la multitud, ¿habéis oído hablar alguna vez del atún rojo salvaje de almadraba?
Un tesoro del litoral gaditano
Durante miles de años, numerosas civilizaciones han acudido a la Península Ibérica por un único motivo: la migración anual del gran atún rojo desde las frías aguas de las costas noruegas hasta el cálido mar Mediterráneo. Un ciclo biológico que dio lugar a uno de los métodos de pesca más antiguos y revolucionarios del sector: las almadrabas, cuya función se mantiene intacta en el presente. Dicho término procede del árabe y significa lugar donde se golpea o lucha. Bajo esta premisa, este arte que inauguraron los fenicios consiste “en instalar un laberinto de redes en el paso de los atunes, que normalmente se sitúa cerca de la costa, del Atlántico hacia el Mediterráneo durante los meses de abril a junio”, explican desde Cadiz Turismo. ->>Continuar leyendo...
FUENTE: Con información de Verónica Mollejo - https://www.alimente.elconfidencial.com ->> Ir