
A través de dudosas operaciones de compra y venta de acciones se habrían ocasionado daños a los fiscos europeos por unos $63,500 millones.
La trama conocida en Alemania como “CumEx” habría operado además en España, Bélgica, Italia, Holanda, Dinamarca, Austria, Finlandia, Noruega y Suiza, pero Alemania y Dinamarca parecen ser los más perjudicados.
“Se trata del mayor desfalco fiscal en la historia de Europa”, cita a Spengel el semanario “Die Zeit”, que integra el grupo de 19 medios de 12 países entre los que también figura el español “El Confidencial.
Únicamente en Alemania, el perjuicio de estas operaciones – por las que inversores percibían reembolsos del fisco por impuestos que en realidad nunca habían pagado- ascendió a $$36,531 millones en el periodo entre 2001 y 2016, calculó Chirstoph Spengel, catedrático de finanzas tributarias de la Universidad de Mannheim.
En España se ha visto implicado el Banco Santander.
De acuerdo con la información de “El Confidencial”, la Fiscalía de Colonia ha comunicado al banco la apertura de una actuación penal por “fraude fiscal de especial gravedad” contra varios de sus ex empleados por participar en una trama “que habría estafado más de $8,041 millones al fisco alemán”.
En Dinamarca, donde las autoridades también abrieron pesquisas, el daño para el contribuyente ascendería a unos $1,952 millones.
El ministerio alemán de Finanzas y la Oficina Federal de Impuestos tiene conocimiento de 418 casos de fraude por $6,548 millones, indicó la subsecretaria alemana de Finanzas, Christine Lambrecht.
Además, la Oficina de Vigilancia de Servicios Financieros (BaFin, por sus siglas en alemán) tiene registradas en la actualidad otras 72 operaciones sospechosas.
Con la ayuda de bancos, brokers y abogados, inversores compraban y vendían acciones en torno a la fecha de pago de dividendos de compañías que cotizaban en bolsa, tanto títulos con derecho al cobro de dividendo (las llamadas acciones “cum”) como títulos sin derecho al cobro de dividendos (“ex”).
Los inversores hacían circular rápidamente los paquetes de acciones entre sí hasta que el fisco perdía la noción de a quién pertenecían.
Finalmente, el fisco reembolsaba más impuestos de los que había recaudado por las operaciones.
FUENTE: Con información de https://elcapitalfinanciero.com