Ahora, ya lo sabemos. Granma ha publicado un extenso e interesante artículo titulado El delito no puede andar sobre rieles, en el que se denuncian los principales problemas de este medio de transporte, que tuvo en Cuba una de sus primeras manifestaciones históricas a nivel internacional. Sin embargo, la herencia castrista, como en otros muchos ámbitos de la vida económica del país, ha arrasado con el tren y sus posibilidades de recuperación son, cuanto menos, problemáticas. Ahora en 2018 el diagnóstico, como subraya Granma, no puede ser peor, "robo de combustibles, de harina de trigo o cemento, y destrucción de los costosos silos constituyen alarmantes hechos delictivos contra el transporte de mercancías por ferrocarril, esencial para la economía del país".
Granma declara la guerra abierta a lo que denominan "la mano transgresora de algunos elementos inescrupulosos que en los últimos años se han dedicado a destruir silos, tolvas y remolques", y lo atribuye de forma expresa a "la desidia, la falta de sistematicidad en el trabajo y de coordinación entre los organismos encargados de velar por el cumplimiento del Decreto–Ley 348 de los Ferrocarriles". Indisciplina de los trabajadores y seguridad ferroviaria son los dos ejes de un vector que impide, como señala Granma, que "el extraordinario esfuerzo que realiza la dirección del país para modernizar el ferrocarril cubano, programa desarrollado en medio de las complejas y difíciles circunstancias en las que se desenvuelve nuestra economía, tenga los efectos previstos". ->>Continuar leyendo...
¿Quiénes son estos elementos inescrupulosos? El artículo de Granma denuncia la actuación de los llamados ninjas, grupos de asaltantes que actúan de noche y de día, "personas de baja catadura moral", dice Granma, que atacan los silos de cemento que regresan vacíos de la región centro-oriental y suelen contener un remanente del producto "que en algunos casos puede llegar a varias toneladas, para cuyo propósito utilizan picos, mandarrias y hasta equipos de oxicorte, causando un gran daño a esos medios de transportación". Lo primero que cabe preguntarse es: ¿dónde está la vigilancia policial o la seguridad del estado en estos casos?
FUENTE: Con información de ELÍAS AMOR - https://www.14ymedio.com