Ni mucho menos, pero May va superando barreras.
Para empezar: May ha convencido a los suyos
Lo primero que hizo la premier británica Theresa May nada más conocerse el borrador del acuerdo, fue llamar a sus ministros, uno a uno, a su residencia de Downing Strett para leer el texto. No se lo han podido llevar para evitar filtraciones: es mucho lo que está en juego y nadie quiere que se sepa nada para evitar un fatídico retroceso en el proceso de salida.
La tarea a la que se han enfrentado los ministros es complicada, ya que sólo han contado con su turno, escaso, de esta noche, para estar a solas con un documento que se estima que tiene 585 páginas.
¿Por qué tanta urgencia en presentar a sus ministros el texto? Porque May quería que estuvieran convencidos de que se trata de un buen acuerdo, antes de reunirse con todos este miércoles a las 15 horas (españolas) para evaluar el texto acordado y decidir los siguientes pasos. Después de más de cinco horas de reunión, lo ha conseguido: los suyos han respaldado el acuerdo.
Más allá de futuro de todo un país, May sabe que lo que está en juego es su propio cargo. Tras lograr el respaldo de su Ejecutivo, la primera ministra se hace con una primera victoria, pero, como ha admitido, sabe que vienen "días difíciles". Es consciente de que lo acordado no gusta a todos... Y de que se esperan dimisiones.
Para seguir: lo (poco) que se sabe sobre el acuerdo
Como May no ha dejado que nadie se lleve el documento, es muy poco lo que ha trascendido, aunque no es tema menor lo que sí se ha publicado. Básicamente, la solución propuesta para el que era el principal escollo: para evitar una frontera entre las dos Irlandas, la UE y Theresa May proponen que Gran Bretaña permanezca en la unión aduanera durante un tiempo. En la jerga comunitaria este plan de contingencia se llama "backstop" y con él se asegura un estatus especial para Irlanda del Norte, que permite al conjunto de Reino Unido continuar en la Unión Aduanera hasta diseñar una solución definitiva que no fragmente el mercado británico.
Esto, dicho de otra manera, significa salir sólo a medias de la UE, y esto no convence, ni mucho menos, a todos. Para empezar porque los partidarios del Brexit temen que esta solución que en teoría es temporal, se alargue en exceso. Por eso es clave que May obtenga el apoyo de sus ministros más euroescépticos (Liam Fox, Andrea Leadsom, Dominic Raab, Penny Mordaunt, Michael Gove) en este asunto.
De otro lado está otra realidad: May tiene que ganarse también el apoyo de los ministros que, como ella, no son en realidad partidarios del Brexit y quieren aprovechar el problema de la frontera para mantener vínculos con la UE.
De cómo maneje May esta difícil reunión del miércoles depende que logre las firmas de todos o, por el contrario, que su gobierno se haga pedazos a base de dimisiones e incluso se amenace su liderazgo en el partido, que ahora mismo pende de un hilo.
¿Convence a su Ejecutivo? Queda la votación en el Parlamento
Conseguido el apoyo de los miembros de su Gobierno al acuerdo, entonces el proceso pasa al siguiente nivel: la votación clave en el Parlamento británico, que se espera que pueda hacerse antes de Navidad. Este escenario tampoco es un camino de rosas para la primera ministra británica.
Para empezar el parlamentario del Partido Democrático Unionista (DUP), Jeffrey Donaldson, uno de los 10 diputados de los que depende la mayoría parlamentaria de May, ya ha dicho que el acuerdo tiene el potencial de dividir el Reino Unido "porque tratará a Irlanda del Norte de manera diferente". Y ya ha dejado claro que no teme unas nuevas elecciones generales si un eventual rechazo en el Parlamento al acuerdo para el Brexit de la primera ministra empuja al país a otra votación.
Por otro lado, los líderes de los cuatro principales partidos de la oposición en el Parlamento británico ya están dejando claras sus exigencias. Así, han defendido que los diputados deber poder emitir un "voto significativo" sobre el acuerdo y han exigido que se les permita presentar enmiendas a la moción que llegue a proponer el Gobierno, según informa la agencia Efe.
El laborista Jeremy Corbyn, el liberaldemócrata Vince Cable, el nacionalista escocés Ian Blackford (SNP) y la galesa Liz Saville (Plaid Cymru) han publicado una carta conjunta dirigida a la primera ministra, la conservadora Theresa May, en la que le exigen que no "amordace al Parlamento" cuando presente el pacto al que ha llegado con Bruselas.
Parliament is sovereign and must have a truly meaningful vote on any Brexit agreement.— Jeremy Corbyn (@jeremycorbyn) November 13, 2018
We demand that Parliament is able to amend and propose alternatives to whatever deal the Government brings forward. pic.twitter.com/0Wh0pUFfq0
Los cuatro líderes defendieron que el Gobierno no debe "limitar o constreñir" el proceso por el cual la Cámara de los Comunes deberá dar su visto bueno al texto. "Sería temerario presentar esa votación como un 'tómalo o déjalo', sin que el Parlamento pueda sugerir una alternativa", indica la misiva, que sostiene que los diputados deben tener la oportunidad de "expresar su opinión y hacer rendir cuentas al Ejecutivo".
Esas exigencias no se cumplirán si el Gobierno impide que los diputados de la oposición presenten, debatan y voten enmiendas antes de que se tome cualquier decisión, agrega la carta. "Como mínimo, cualquier moción que se presente ante la Cámara debe incluir la posibilidad de que se presenten múltiples enmiendas", piden los líderes de las formaciones opositoras.
Siendo positivos, si se diera el voto favorable del Parlamento británico, quedaría un último paso: lo que tiene que decir la otra parte implicada, la UE.
El último paso: el visto bueno de los 27
Hasta el momento la UE es cauta y se limita a las declaraciones de su vicepresidente primero, Frans Timmermans, que a primera hora de la tarde de este martes dijo que "están en marcha negociaciones muy intensas", pero que el acuerdo "todavía no se ha dado".
Lo que está haciendo Bruselas es esperar a que May reúna el miércoles a su gabinete, según han indicado fuentes comunitarias a la agencia Europa Press, antes de hacer más valoraciones.
De confirmarse el acuerdo, el presidente del Consejo europeo, Donald Tusk, prevé convocar una cumbre en Bruselas que permita a los jefes de Estado y de Gobierno de la UE dar su visto bueno al contenido de lo pactado. Los preparativos de una cumbre de estas características llevan unos diez días, lo que situaría el encuentro en torno al último fin de semana de noviembre.
Según las informaciones recogidas por el diario Financial Times, May va a comunicar a su gabinete que Reino Unido aplicará muchas de las contingencias previstas para la opción de un Brexit sin acuerdo el 1 de diciembre en caso de que no lo haya a finales de noviembre.
FUENTE: Con información de Laura Riestra - https://www.huffingtonpost.es