
Estados Unidos es el primer interesado en preservar las importaciones de aceite de oliva, pues su capacidad para producir este alimento es muy escasa. Apenas tiene un peso del 0,19% en la producción mundial, frente al más del 45% de España. La primera potencia económica mundial depende de Italia y España para cubrir la demanda interna, razón de más para no poner palos en las ruedas de sus principales suministradores.
No obstante, la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB) ya advirtió del peligro que este y otros productos corren si Trump decide agarrarse al mismo argumento que esgrimió con las aceitunas negras. En ese caso, el Departamento estadounidense de Comercio abrió una investigación a los aceituneros españoles ante la sospecha de que estaban colocando su mercancía por debajo del precio de mercado. Y culpó a las “injustas” ayudas europeas de la PAC, unos fondos que, por cierto, están destinados a todos los sectores agroalimentarios no solo de España sino de toda Europa. ->>Vea más...
FUENTE: Con información de MARINA VALERO - https://www.elconfidencial.com