En entrevista concedida a El Nuevo Herald, dio testimonios que muestran la ambigüedad con que el gobierno estadounidense trata la grave crisis de Venezuela, mientras, por el otro lado, muestra un rostro hostil para los criollos que tocan sus puertas solicitando asilo.
Pese a estar agradecida con Trump por el recibimiento que le dio, la recepción en EEUU no fue lo que ella y su familia habían estado esperando.
“Me esposaron ante los niños y a mi nuera también la esposaron. Los niños llorando porque no sabían qué estaba pasando. Nos pusieron unos grilletes. Después nos amarraron la cintura con unas cadenas y no podíamos ni caminar (…) y yo me preguntaba, bueno, ¿pero qué pasó aquí? ”, dijo.
Resulta que Pérez y su familia estaban siendo sometidos al proceso de detención que es normal para quienes solicitan asilo político.
A pesar de que las autoridades señalan que la persona que solicita asilo solo es “detenida” y no está “bajo arresto”, el procedimiento es en muchos casos virtualmente el mismo.
“El procedimiento no hubiera sido diferente si le hubieran encontrado a ella tratando de cruzar la frontera ilegalmente a media noche con un paquete de diez libras de cocaína metido en su cartera”, explicó Thomas Wright, abogado de Nueva York y amigo de Pérez.
FUENTE: Con información de Maduradas