
La Fiscalía, que solicita una multa de 74 millones de euros y una pena de ocho años de prisión, entiende que el imputado es culpable de este desfalco. Sin embargo, el también excuñado de Adnad Kashogi, no pisa España desde hace años. La mansión que todavía tiene en Madrid, uno de los inmuebles que levantó las sospechas de la Agencia Tributaria, da cuenta de ello con su visible estado de abandono. Este libanés que también cuenta con nacionalidad española ha sido relacionado con el tráfico de armas desde los años 80.
A pesar de no pasar por España, el millonario no se esconde. En 2016 organizó por todo lo alto la boda de su hija Alia María en Gstaad (Suiza). Entonces fletó un avión para los invitados desde la península, a los que conoce bien porque fue residente legal en España entre 1999 y 2004, aunque llevaba muchos años más vinculado al país. Hacienda comenzó a investigarle en 2008 en el marco del caso BBVA Privanza. La Abogacía del Estado, en representación de la Agencia Tributaria, entendía que El Assir había ocultado al fisco "su patrimonio" utilizando mercantiles como La Granjilla Corporation, Miraflores Dieciocho y Gransoto, sociedades panameñas las dos primeras y española la tercera.
La Abogacía considera que El Assir montó un entramado de empresas también en Holanda y otros países con el fin de esconder "los bienes inmuebles" así como "su verdadera capacidad económica". El libanés utilizaba el despacho panameño Icaza González Ruiz & Alemán para construir su trama societaria que apenas tenía actividad económica y se limitaba a albergar la propiedad de los inmuebles del magnate en España. ->>Vea más...
FUENTE: Con información de ROBERTO R. BALLESTEROS - El Confidencial