Por: Miguel A. Bernal - Santa Lucía: ¡Que los carnavales nos traigan muchas farsas y alegría!San isidro Labrador: ¡Que cantidad de irrespetos del Gobierno, para con el agricultor!
San Pantaleón: ¡Dile a todos los candidatos que: ¡No queremos más reelección, ni tampoco corrupción!
Santos Marciales: ¡Cuánta vagabundería hay en la Comisión de Credenciales!
San Rosendo: Con la Cumbre de Kim y Trump, poco o nada aprendo.
San Patricio: La Asamblea se ha converttido en la cueva del vicio
Santa Viviana: El ‘debate' presidencial fue muy aburrido. Al próximo lleven una diana.
Santa Elena: Pasan los meses y, vergüenza y pena, siguen dándonos los ‘acuerdos de pena'.
San Leonidas: ¿Hasta cuándo tantos aumentos en el precio de las comidas?
Santos Olvidados: Sigue en aumento el número de Comisionados, ultrasuper remunerados.
Santa Cristina: Entre Isolda y Humbert, ¿cuál de los dos todo lo vuelve impune y lo contamina?
San Mercado: Muchos sobres con billetes de a cien, para que la Corte tenga completos sus magistrados.
San Vicente: Llegó el CUCO y ya hay tembladera de fugitivos de la Constituyente.
Santa Virgen Rusa: Lo de Vía Argentina con CUSA, no tiene ninguna excusa.
San Crispín: ¿A quien le dicen, en el Gabinete, el Ministro del gran botín?
Santa Renato: Los tres del Tribunal Electoral, felices porque tienen corrupción para rato.
Santa Melitón: Varela es, hoy por hoy, la cruz de Blandón.
San Simeón: No olvidemos que el: ‘Acuerdo de Eficaz Colaboración', sigue tapando mucha corrupción.
San Anacleto : Al pobre Casis, sus propios colegas no le tienen respeto.
San Epafrodito: Pedro y Benicio tienen bien controlado a Nito.
San Heriberto: ¡Ministros y diputados se disputan la corona del Más Mamerto!.
Santa Hermisenda: Aumenta la robadera con las benditas adendas.
Santa Epifanía: Despierta a la ciudadanía para repudiar a los que nos roban, desde el Gobierno, todos los días.
Santa Marcela: Ya solostamos a 120 días que se vaya Varela.
Catedrático universitario
San Vicente: Llegó el CUCO y ya hay tembladera de fugitivos de la Constituyente.
FUENTE: Miguel A. Bernal - El Siglo
