
La razón de este nuevo colapso es una nueva instrucción de la Dirección General de los Registros y el Notariado (DGRN) del pasado 21 de febrero. En ella se recoge expresamente que las solicitudes de filiación de menores nacidos con posterioridad a dicha instrucción “no serán estimadas salvo que exista una sentencia de las autoridades judiciales del país correspondiente”. Es decir, debe ser un juez ucraniano el que declare que el menor es hijo de un español. El problema, explica la abogada especializada en vientres de alquiler Ana Miramontes, es que las autoridades ucranianas no contemplan este trámite -como sí hace, por ejemplo, Estados Unidos-, porque no había hecho falta en los ocho años que el procedimiento lleva siendo legal en Ucrania.
Hasta hace unas semanas era suficiente la prueba de ADN para demostrar la filiación paterna y conseguir así un pasaporte español para el menor. “La embajada está pidiendo un requisito que simplemente no es viable”, explica la letrada que lleva los casos de varias familias en Kiev. “Realmente no ha habido un cambio legal, sino de instrucción, de interpretación de la ley”, explica Miramontes. “Parece bastante evidente que es una cuestión ideológica porque las ministras Carmen Calvo y Dolores Delgado así lo han manifestado a voz en grito”. ->>Vea más...
FUENTE: Con información de MARÍA ZUIL - El Confidencial