
El Camp Nou tenía dos retos: encarrilar la eliminatoria y demostrar a Klopp que sí es un templo del fútbol. Tras dar el golpe definitivo en la Liga y con el triplete en mente, los de Valverde tendrían que derrotar a un equipo ‘red’ muy enchufado: diez victorias consecutivas en las competiciones en las que siguen vivos.
Klopp calentó la previa diciendo que el Camp Nou “es un estadio grande, no un templo”. El técnico alemán, que visitaba la casa de los culés por primera vez, tenía que hacerles frente una baja importante: la de Firmino.
El partido comenzó demostrando que era la final adelantada. Con un ritmo de partido frenético, los primeros sustos llegaron por parte de Rakitic y Salah, mostrando la capacidad ofensiva de ambos equipos.
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FUENTE: Con información de PAULA GIMÉNEZ - Cadena Ser