Las bases de Barcelona en Comú (BeC) validaron la propuesta de que Colau presente candidatura a alcaldesa: del censo de 9.949 militantes, votaron 4.042. Y de ellos, 2.287 (el 71,43%) lo hicieron a favor de que la actual alcaldesa intente revalidar su mandato, frente a 1.155 (el 28,57%) que preferían un pacto de gobierno con ERC y con Ernest Maragall de alcalde. Colau contará, así, este sábado, con los 8 votos del socialista Jaume Collboni y con tres votos (que le faltarían para la mayoría absoluta) prestados por Manuel Valls, con el fin de que el independentista Maragall no sea primer munícipe. Un regalo inesperado que no implica pacto alguno de gobierno con Valls o con Ciudadanos.
La clave del batacazo de ERC, no obstante, hay que buscarlo en el enfrentamiento de esta formación con el PSC, que el candidato republicano mantuvo y cultivó con entusiasmo durante las últimas semanas. La de socialistas y republicanos es una extraña historia de amores y odios alternados a lo largo de toda la historia, cuyo último serial se libra en Barcelona. En la capital catalana, el republicano Ernest Maragall, que ganó las elecciones por casi 5.000 votos de diferencia con Colau, proviene de las filas socialistas, pero una de las condiciones que puso ya en campaña electoral fue no gobernar con el apoyo del cabeza de lista del PSC, Jaume Collboni. A la postre, esas dos condiciones de Maragall, de exsocialista y ahora militante de ERC, propiciaron el choque de trenes entre las dos formaciones en la capital catalana. ->>Vea más...
FUENTE: Con información de ANTONIO FERNÁNDEZ - El Confidencial