
El confidente de Vilanova declaró como testigo protegido en el caso Chacal de 2006. El imán de Ripoll radicalizó a los jóvenes terroristas de 2017. Los dos se conocían y alguna vez se fueron juntos de putas. Pero son dos hombres distintos. Y solo uno sigue vivo.
El imán Abdelbaki Es Satty murió en una explosión en Alcanar (Tarragona) la noche antes de los atentados. El testigo B-5 sigue vivo y habla de vez en cuando con el autor de este artículo. De hecho, El Confidencial publicó un reportaje sobre yihadismo en marzo que incluía declaraciones de ese testigo y confidente que, entre otras cosas, se referían a una visita conjunta a las prostitutas de la autopista de Castelldefels, lejos de los valores que el imán predicaba. El testigo B-5 es marroquí, está casado, vive entre dos aguas entre su país y el extrarradio de Barcelona y tiene tres hijos. Las conversaciones se enmarcan en el contexto de una investigación que dará como resultado la publicación de un libro por la editorial Ariel en 2020.
El 31 de enero de 2019 nos vimos en una cafetería de Barcelona. Le pregunté por el imán de Ripoll.
PREGUNTA. ¿Tú lo conociste?
RESPUESTA. Hombre, vivió conmigo un mes y medio o dos meses en Vilanova. Pero no estaba mucho, él siempre estaba de paso… Este hombre está muerto, pero qué te digo, tenía como una doble vida.
Con lo de "doble vida" el confidente se refería a las putas y al tráfico de drogas. "Su tierra es la tierra del hachís", apuntó más adelante. Entonces, ¿era el imán también informante policial? Ni el confidente de Vilanova lo sabe, ni en los 16.000 folios que he leído del sumario de aquel caso Chacal de 2006 existen pruebas para afirmarlo.
Fuera del sumario, las tres fuentes policiales (dos de Mossos d’Esquadra y una de Guardia Civil) y las siete personas del entorno de Es Satty entrevistadas, tampoco lo afirman. ->>Vea más...
FUENTE: Con información de BRAULIO GARCÍA - El Confidencial