
Los dos años siguientes al aterrizaje de Peter Lim en Valencia, los resultados fueron malos con dos duodécimos puestos ligueros y una discreta actuación en Copa. Después llegó un esperanzador cuarto lugar en Liga (entró en Champions) que ha sido reforzado por otro cuarto en la pasada temporada y la conquista de la Copa del Rey. De la mano de Marcelino en el banquillo y con Mateu Alemany como director general, el barco valencianista estaba llevando buen rumbo en el terreno de juego últimamente.
El mosqueo de Peter Lim
El timón de dicho barco lo supervisaba (a lo lejos) el presidente Murthy —quien pone al día al jefe, Lim—, y hace unos días, tras una reunión mantenida en Portugal por los principales actores valencianistas, todo hacía indicar que continuaría igual. Sin embargo, en las últimas horas todo se ha ido abajo y el mandamás ha dado órdenes a su presidente de que corte las alas a Alemany/Marcelino. Un encontronazo visible ha sido la apuesta por Rafinha que Alemany y Marcelino veían con buenos ojos, pero no así Lim… quien tiene en Jorge Mendes a uno de sus mejores consejeros en el terreno futbolístico. Según ha podido saber El Confidencial, Lim ha explotado porque Alemany —con su agente Eugenio Botas y Marcelino— hacen operaciones que no gustan al máximo accionista... y aquí nace el problema. El de Singapur no quiere perder el control del club y, de hecho, es el que no solo ha frenado el fichaje del centrocampista del Barça sino quien ha puesto encima de la mesa el nombre de Otamendi (Mendes quiere buscarle una salida del City), algo que ha molestado tanto a Alemany como a Marcelino. ->>Vea más...
FUENTE: Con información de VÍCTOR GARCÍA - El Confidencial