
La venta por partes de Catalunya Banc o la colocación exprés del ladrillo de Popular son solo dos ejemplos que pusieron a los españoles en el foco europeo. Desde que estalló la crisis, los bancos han vendido activos valorados entre 180.000 y 200.000 millones a los fondos, permitiendo mejorar sus cuentas, recapitalizarse y abrir el grifo del crédito. Algo de lo que han tomado nota otros países con problemas financieros, que han optado por contratar a consultores y banqueros de España para enderezar el rumbo de sus entidades.
La receta española está clara, como explica Óscar García-Cabeza, socio de Alantra responsable de instituciones financieras: las entidades sanas se distinguen del resto por la “venta de activos tóxicos, recapitalización, búsqueda de eficiencia y de nuevos ingresos”. “Somos pioneros en este mercado junto a Irlanda, y hemos abierto el camino en mercados como el portugués, el chipriota y, más recientemente, el griego”, añade Joel Grau, socio director de la división de venta de carteras de Alantra.
Este banco de inversión asesoró al Fondo de Reestructuración (FROB) en el Proyecto Hércules —venta de las hipotecas tóxicas de Catalunya Banc a Blackstone—, que permitió el posterior traspaso del 'banco bueno' a BBVA; en el plan de saneamiento de Liberbank en 2017, que culminó con la ampliación de capital, y en la venta del ladrillo de Sabadell —más de 9.000 millones— a Cerberus. Posteriormente, ha hecho otros trajes a medida para rescatar a entidades con problemas en Portugal —Banif— o ayudar a Hellenic Bank a comprar el tercer banco chipriota. ->>Vea más...
FUENTE: Con información de JORGE ZULOAGA - El Confidencial