Al parecer, la primera dama de Israel ya se puso de mal humor desde el comienzo del viaje, ni bien subió a la aeronave de la aerolínea israelí El Al. La esposa de Netanyahu se mostró ofendida al considerar que no se le había prestado suficiente atención al momento de ser recibida a bordo, probablemente por no escuchar el saludo del piloto.
"Les deseamos al jefe de gobierno y a su esposa, la señora Sara Netanyahu, una placentera visita", se escuchó en los altavoces de la aeronave. Posteriormente, desde la oficina del primer ministro israelí minimizaron el incidente, señalando que se trató de un "malentendido" que fue resuelto de inmediato.
Símbolo de hospitalidad
Una vez en tierra, el matrimonio fue recibido por tres jóvenes ucranianas luciendo vestidos tradicionales y sosteniendo en sus manos una bandeja con una hogaza de pan Karavái y sal, como parte de un ritual de hospitalidad típico de la cultura de los eslavos.
Y como manda esta costumbre, el primer ministro del país hebreo accedió a degustar un trozo de pan, espolvoreándolo previamente con algo de sal, para luego pasárselo a su mujer. Sin embargo, esta se negó a seguir su ejemplo y arrojó el bocado al suelo.
Durante la visita de dos días —la primera de Benjamín Netanyahu en ese país en veinte años— los líderes de Israel y Ucrania mantendrán una reunión en el Palacio Mariyinski de Kiev para tratar la agenda bilateral de ambas naciones y posteriormente se prevé que participen en un homenaje a las víctimas del Holocausto.
FUENTE: Actualidad RT