
La Guardia Civil que investigaba el asunto llamó a Dionisia para anunciarle que al día siguiente iría a registrar la casa por si aparecía algún indicio que les ayudara a resolver la desaparición. A falta de orden judicial, le pedían su autorización.
Ella consistió, pero ese mismo día fue a ver a una vecina amiga y le dijo: "Mari Carmen, por favor, guárdame esta caja que va a venir la Guardia Civil a mi casa y no quiero que vean los consoladores y las bolas chinas que uso. Van a pensar mal de mí".
La vecina lo entendió perfectamente y accedió a guardarla. La mantuvo en su casa sin la curiosidad de abrirla y comprobar si había algún juguete sexual más. La caja tenía un peso considerable y no era pequeña. Sin embargo, este fin de semana la abrió.
Fue al detectar que un fuerte hedor emanaba del interior. Al abrir la caja, la mujer no encontró ningún juguete sexual, sino la cabeza decapitada del marido desaparecido de la vecina. ->>Vea más...
FUENTE: Con información de NACHO ABAD - El Confidencial