Andréi Úmnikov, director del Centro Ruso para la Exploración del Ártico, ha explicado que el oso se acercó a un vertedero de basura en una aldea del archipiélago de Nueva Zembla, asustando con su presencia a la población local. En ese momento, un grupo de científicos del Instituto Sévertsov sobre Problemas de Ecología y Evolución de la Academia de las Ciencias de Rusia fue enviado al lugar para evaluar si presentaba algún peligro para los habitantes, recoge el portal The Siberian Times.
Según Iliá Mordvíntsev, investigador principal del Instituto Sévertsov, el oso fue sedado y examinado. Al comprobar que el depredador macho estaba bien alimentado, por lo que probablemente no atacaría, el animal fue marcado con "pintura segura", que desaparece a las dos semanas, y lo alejaron de la población.
De esta forma, la marca tenía como fin distinguir al oso examinado de otros y permitir que, tanto los lugareños como los expertos, lo reconocieran si regresaba. En cuanto a la inscripción 'T-34', hace referencia a la zona donde vagaba el animal, indicó Mordvíntsev a RIA Novosti.
FUENTE: Con información de Actualidad RT