La disputa arranca en 2007, según recogen varios informes del proyecto Saving, a los que ha tenido acceso El Confidencial. Ese año, los Moya-Yoldi invirtieron hasta 72 millones de euros en la constructora Martinsa por consejo, supuestamente, de Fernández López, que era su gestor de cabecera. Sin embargo, la inmobiliaria se declaró en concurso de acreedores solo un año después y los 72 millones de Persán se esfumaron. Ni siquiera aparecieron en el informe definitivo que presentó el administrador concursal en 2010. Tras varias iniciativas judiciales infructuosas, los Moya-Yoldi optaron por recurrir a Villarejo para tratar de recuperar su dinero, como adelantó este diario.
Los documentos de ese espionaje secreto, que está siendo investigado ya por la Audiencia Nacional en una pieza separada de Tándem tras apreciar indicios de criminalidad en la conducta de Persán, revelan que el policía rastreó todas las propiedades inmobiliarias vinculadas con Fernández, también la residencia habitual que compartía con su mujer y sus tres hijos, situada en la Urbanización Fuente el Fresno, de San Sebastián de los Reyes.
Villarejo localizó la vivienda consultando el censo. La carpeta de Saving contiene imágenes del inmueble, así como cuatro capturas de pantalla del padrón, con los nombres y las fechas de nacimiento de todos los componentes de la familia que vivían en la finca. El policía fue más allá en el caso de la mujer del directivo, ginecóloga de profesión. Localizó las plazas que había ocupado en el servicio público de salud, así como los hospitales privados en los que también pasaba consulta. ->>Vea más...
FUENTE: Con información de JOSÉ MARÍA OLMO - El Confidencial