Hay quienes creen que el mundo cambiará con el coronavirus, y que la humanidad transformará el odio por la empatía, y la avaricia por la generosidad y el desprendimiento.
Más que pensar con el deseo, quizá deje algunas lecciones la mirada quirúrgica y reflexiva que hizo Tucídides sobre los efectos que tuvo la peste en su ciudad, Atenas. No solo describió los estragos de esta enfermedad en el cuerpo humano, sino en la sociedad. La peste atacó por igual a ricos y pobres, y tuvo un profundo efecto en las instituciones porque las descompuso. Pero los ricos no dejaron de ser ricos ni los pobres subieron de linaje.
Con el coronavirus puede pasar lo mismo. El mundo no cambiará para volverse mejor ni Colombia, uno de los países más desiguales del mundo, se va a convertir en lo contrario.
Expresa muy bien esa angustia Elsa Martínez, propietaria, junto con sus hermanos, de La Florida, el emblemático café bogotano que funciona en una hermosa casa republicana, ubicada sobre la Séptima con 21. Después de 86 años abiertos, cerraron hace casi un mes y medio. No han querido despedir a ninguno de sus más de 90 trabajadores, pero se están viendo a gatas para pagar la nómina de abril. “Nos hundimos”, dice sobre el futuro de su café. “No vamos a sobrevivir al coronavirus”. ->>Vea más...
FUENTE: Con información de María Jimena Duzán - Semana