Esas contribuciones de los emigrantes suponen entre el 10% y 20% del PIB de países como Honduras, El Salvador y Guatemala (en el caso de Haití supera el 30%). Otros países especialmente dependientes de las remesas, a consecuencia de las crisis políticas en las que se encuentran, son Venezuela y Nicaragua. También son importantes en México, donde el presidente López Obrador ha pedido a los mexicanos residentes en EE.UU. «no dejar de pensar en sus seres queridos», de manera que continúen mandándoles dinero en esta crisis global.
Según cálculos de Diálogo Interamericano, las remesas de Estados Unidos a Latinoamérica y el Caribe, que en 2019 fueron de 77.000 millones de dólares –del total de casi 100.000 millones recibidos en la región (son cifras de envíos registrados, pues también se remite dinero por canales informales)–, podrían descender entre un 7% y un 12%; eso supone entre 5.000 y 9.000 dólares menos respecto a 2019. Más de un millón de hogares en América Latina pueden verse afectados. ->>Vea más...
FUENTE: Con información de Emili J. Blasco - ABC