La investigación sobre el USB, que guardaba datos de un móvil supuestamente sustraído a Bousselham en noviembre de 2015, ha dejado al secretario general de Podemos al borde de una doble imputación en el Tribunal Supremo por los presuntos delitos de revelación de secretos y daños informáticos, como adelantó El Confidencial. El juez García-Castellón ha concluido que Iglesias recibió una copia de la memoria el 20 de enero de 2016, pero no se la entregó a Bousselham, antigua asesora suya en el Parlamento Europeo, al menos hasta junio o julio de ese año.
El magistrado acaba de pedir a la propietaria de los datos que deje de compartir defensa con el político y designe un letrado independiente, ante la sospecha de que está maniobrando para evitar que una causa que arrancó en diciembre de 2018 como un supuesto espionaje del comisario Villarejo a Podemos termine dirigiéndose “contra el señor Iglesias”. Los motivos por los que Iglesias inutilizó presuntamente la tarjeta antes de devolvérsela a Bousselham aún no están claros, aunque el juez cree que lo hizo para asegurarse de que nadie más pudiera consultar otra vez su contenido. ->>Vea más...
FUENTE: Con información de JOSÉ MARÍA OLMO - El Confidencial