A la fecha ninguna entidad, incluyendo la Autoridad del Defensa al Consumidor y Defensa de la Competencia (ACODECO),
ha trabajado en una propuesta que ayude a romper la cadena de comercialización de los medicamentos calificada de "cruel" por personalidades como Juan Carlos Tapia.Incluso la ACODECO ni siquiera cuenta con un estudio de comparación de los precios de los medicamentos en Panamá, contra la de los países vecinos o a nivel regional.
La entidad que debe proteger los derechos de los consumidores panameños solo lleva una tabla de referencia mensual que compara los precios en las farmacias locales entre el medicamento genérico y el de marca. Sin embargo, un estudio del Grupo Centroamericano de Política de Competencia y el BID reveló que Panamá es el país en esta región con la menor disponibilidad de genéricos, solo el 6% frente a la gama de productos de marca.
Aun así, el estudio de Canasta Básica de Medicamentos de la ACODECO da indicios de las distorsiones en el mercado panameño y del abuso contra los consumidores. En el reporte de septiembre pasado, la Ceftriaxonia Sódica de 1 gramo de la marca Roche tiene un valor de 25.27 dólares, mientras que el genérico de la casa Vitalis es sólo de 2.74 dólares.
La tabla de precio de la ACODECO incluye 153 medicamentos, todos con diferencias abismales entre el de marca y el genérico.Gremios de pacientes y consumidores, figuras públicas como el ex ministro de Salud Miguel Mayo y el ex director de la CSS, Julio Valarini, han aceptado que los panameños pagan uno de los precios más altos en el mundo por los medicamentos.
El problema del alto costo que se paga en Panamá se puede dimensionar cuando algunas personas han tenido la posibilidad de comprar sus medicamentos en el extranjero, encontrando diferencias abismales entre los precios.
"Prueba de que los panameños pagamos precios brutalmente elevados por los medicamentos: el Xalatan subió de $55.21 a $65.10 en menos de un mes. En España estas mismas gotas solo cuestan $8.29 euros ($10)...", dijo en el pasado Guillermo Adames en su cuenta de Twitter. Esta semana Adames volvió a publicar un nuevo comentario en Twitter sobre el tema: "Amazon lanza la gran farmacia "on line" que despachará medicamentos con rebajas hasta 80% en genéricos en EU, lo que ha desatado el temor en las cadenas distribuidoras de medicinas. Esta es una advertencia para este sector en Panamá que se aprovecha de no tener competencia".
El comentarista deportivo Juan Caros Tapia también reveló en uno de sus programas que un televidente le envió pruebas de que logró comprar una caja del medicamento Crestor, para controlar el colesterol, en España a solo 12 dólares la caja, cuando en Panamá lo compra a 75 dólares. Seis veces más del valor de un país donde sus habitantes tienen un mayor poder adquisitivo.
"No hay forma de obtener medicamentos baratos en Panamá, por eso yo viajo a España a comprar medicamentos, seis veces más bajos. En Colombia por lo menos los precios son la mitad más bajos, igual que en México, o quizás menos. Porque no podemos romper es cadena entre fabricante, distribuidor y la farmacia. El gobierno va tener controlar las ganancias de esta actividad, como lo hace en el sector de la energía", recomendó Tapia.
Dijo que se debe buscar una forma de romper "una cadena cruel" que se da en la comercialización de los medicamentos. Miguel Mayo, antes de dejar su cargo de ministro de Salud en marzo de 2019, reconoció que el precio de las medicinas en Panamá es hasta cuatro veces mayor que en otros países latinoamericanos.
Mayo señaló que no hay justificación para que los medicamentos estén tan caros en el país. Roger Barés, presidente del Comité de Protección al Paciente y Familiares, manifestó que en Panamá hay un gran problema porque hay cinco empresas que distribuyen los medicamentos tiene el control del precio.
Incluso denunció que algunos funcionarios de la Caja de Seguro Social, el Ministerio de Salud y médicos trabajan con esas empresas que dominan el mercado y tienen el precio de los medicamentos altos.
"Estamos prisioneros de la mafia. Sin embargo, estamos dispuestos a seguir luchando para que el precio de los medicamentos baje para los consumidores", agregó Barés.
A juicio de Barés, el precio de los medicamentos en Panamá en comparación a otros países se triplica lo que dificulta que los consumidores puedan adquirir. Giovani Fletcher, presidente del Instituto Panameño de Consumidores y Usuarios (Ipadecu), señaló que los panameños, debido a situaciones anticompetitivas relacionadas con la forma en que se distribuye y se comercializa los medicamentos a nivel local, vivimos en un país donde el precio de las medicinas es muy alto en comparación a los países de la región.
Fletcher indicó que si comparamos el precio de los medicamentos con el valor de otros países como Colombia, los de Panamá son muy altos.
"Mientras no haya el interés del Estado de perseguir a los proveedores, el bolsillo de los consumidores seguirá afectado como hasta ahora", señaló.
Pedro Acosta, miembro de la Unión Nacional de Consumidores y Usuarios de la República de Panamá (UNCUREPA) dijo que el precio de los medicamentos son parte de un negocio de las grandes empresas transnacionales que controlan todo el mercado.
Indicó que las empresas tienen reportes de los enfermos que hay en cada uno de los países y de acuerdo a eso ellos aplican el precio de los medicamentos.
El exdirector de la CSS, Julio García Valarini, antes de dejar su cargo también hizo fuertes cuestionamientos: "estamos secuestrados". Valarini aseveró que la inflación de precios de la medicina privada en Panamá era de 500%.Dijo que un tratamiento para la falla renal que la CSS compra en 117 dólares, en la farmacia privada cuesta 350 dólares.