"Perdona, es que yo caminaba por aquí...". Cuando en la televisión de la España de 1990 sonaba esa letra acompañada de una romántica melodía; cuando 'Mi vida eres tú' era la banda sonora de una cabecera llena de bocetos de moda y grafismos prehistóricos, las calles se quedaban vacías. La responsable de ello era una venezolana llamada Cristina que trabajaba como modelo en un atelier, no sabía quién era su madre y se quedaba embarazada de un tal Luis Alfredo...Y así durante 250 capítulos que culminaron un 19 de noviembre con 18 millones de españoles atentos a la pequeña pantalla sin moverse del sofá. Aquella tarde de otoño, en las calles no se veían ni gatos: todos estaban viendo 'Cristal'.
Cuando la conocida telenovela llegó a España, cinco años después de triunfar en Latinoamérica, lo hizo a través de La 2 y de su programación matinal. El cambio de horario y el fenómeno resultante fue producto, curiosamente, de una esposa adicta a los culebrones. Según desveló 'Vanity Fair' hace unos años, la mujer de un alto ejecutivo de TVE se cansó de tener que grabar 'Cristal' en VHS todos los días. Tanto ella como sus amigas suplicaron un cambio de horario y el de la siesta parecía el más apropiado. Fue entonces cuando 'Cristal' se convirtió en un fenómeno sociológico y hasta el mismísimo Antonio Gala se convirtió en adicto. "Supone la encarnación de la media aritmética de todas las amas de casa", dijo el escritor. El fenómeno fue tal que cuando Inocencia, uno de los personajes, tuvo cáncer de mama, aumentaron las mamografías de manera exponencial en todo el país.
La protagonista de aquel acontecimiento pop, Jeannette Rodríguez, que también actuó en 'Topacio', protagonizó 'La dama de rosa' y se convirtió, por derecho propio, en la reina de las telenovelas, cumple este domingo 60 años. Vive en Miami y se resiste, según cuenta ella misma a Vanitatis, a ser un mero objeto nostalgia. A punto de vacunarse de la segunda dosis contra el coronavirus, viviendo con su perro y emocionada ante un nuevo proyecto, la legendaria 'Cristal' lamenta el estado de su país natal. También nos recuerda sus raíces españolas y se muestra orgullosa de un fenómeno, el de las telenovelas, que traspasó fronteras. Aquellos 'chévere' o 'mamita' que llenaron la jerga popular vuelven a nosotros cuando nos ponemos en contacto con ella.
Pregunta: ¿Qué supone llegar a los 60 años para Jeannette Rodríguez?
Respuesta: My fabulous 60. ¡Voy a cumplir 60 años! Estoy agradecida a la vida. Soy una superviviente porque he pasado situaciones muy difíciles en mi vida. He tenido muchas traiciones, muchos desencantos. Con la muerte de mamá he visto quiénes eran mis auténticas amistades y quiénes no. A nivel profesional he vivido muchos abusos. Pero sigo viva y soy una persona sana, bienintencionada y una mujer de fe. Cuando hago un análisis de todo esto, intento perdonar a las personas que abusaron de mi carrera o las que me decepcionaron en situaciones muy críticas.
P: España es un país especial para usted.
R: Para mí España es mi segunda patria. Es como mi familia. Yo vengo de una abuelita de Vigo y un abuelito de Tenerife que se casaron, que se fueron a vivir para Puerto de La Guaira, en Caracas. Yo soy Rodríguez Delgado y por todos lados tenía sangre española. Soy muy galleguita y muy canaria.
P: ¿Vino a nuestro país antes del fenómeno 'Cristal' en 1990?
R: La primera vez que fui fue a Madrid, como maja internacional representando a Venezuela. Era una estudiante de teatro y una modelo en mi país, algo con lo que yo subsistía. Fui seleccionada y quedé, de treinta países, en tercer lugar. No lo hice nada mal. Recuerdo que en el auditorio decían: ‘¡Parece canaria!’. Tengo los mejores recuerdos de ese evento. Quién me iba a decir que cinco o seis años después vendría el gran salto de mis novelas a España y sería superreconocida allá. Fue una locura.
P: ¿Cómo vivió aquel fenómeno de masas que puso de moda el género en todo el mundo y la repercusión que tuvo en España?
R: Yo entonces ya estaba acostumbrada porque iba a Estados Unidos y me presentaba cantando en eventos con más de 25.000 personas. Además, las novelas ya tenían éxito aquí en América. Lo que nunca me imaginé es que, en España, 'Cristal' iba a ser algo tan impactante. Yo recuerdo pasar con mi mami y mi representante de entonces por los pasillos del aeropuerto porque tenía una presentación en Barcelona. Todo el mundo estaba pegado al televisor y no sabíamos qué pasaba. Yo caminaba y de repente me veo mi cara en la televisión. Fue impresionante. Hay una enciclopedia con los sucesos más impactantes de finales del siglo XX y aparezco yo representando al género de las telenovelas. Ahí se te mueve el piso, te das cuenta de que hemos hecho algo con entrega y pasión que ha dejado huella. Estoy orgullosa y agradecida porque llegamos bastante lejos con todos estos proyectos y marcamos época. Valió la pena el sacrificio.
P: ¿Eran duras las grabaciones de aquellas novelas?
R: Cuando hacía ‘Cristal’, también estaba haciendo ‘Topacio’ e inmediatamente después llegó ‘La dama de rosa’. No paraba de trabajar. Ustedes la vieron entre el final del 89 o 90. Por todo Sudamérica, Centroamérica o en Estados Unidos, que fue algo tremendo, arrancó en el 85. Mis compañeros, con los que sigo en contacto, eran como mi segunda familia. Vivíamos en un plató de televisión prácticamente 24 horas. A veces solo nos daba tiempo a darnos una ducha y continuar. Date cuenta de que eran libretos que escribía Delia Fiallo aquí en Miami y los mandaba en mano a una persona que iba a Venezuela. Era otra época, y a veces teníamos que salir al aire con todo de memoria. Lo hicimos lo mejor que pudimos. Cuando uno hace las cosas con amor, con cariño y con verdad, siempre da buenos resultados.
P: Después de 'Cristal', llegó otro éxito, también en España, 'La dama de rosa'. Uno de los guionistas era Boris Izaguirre. ¿Llegó a conocerle?
R: Sí, claro. Boris Izaguirre todavía me ve y me dice ‘mi trasatlántico’ (ríe). Yo hacía un personaje, el de ‘La dama de rosa’, que era Emperatriz Ferrer. Él formaba parte del equipo de guionistas de José Ignacio Cabrujas y yo sabía, por el estilo, cuando algo lo había escrito José Ignacio o lo había escrito él. Tengo muchas anécdotas con él, de ir a antros en Venezuela. Una vez me vestí de rusa en aquella época en la que todo el mundo hablaba de los rusos. Después le perdí la pista porque me fui a trabajar a Argentina y después a Italia. Era muy divertido, tengo muy bonitos recuerdos de él. Creo que su hueco en España está muy bien ganado.
P: El éxito fue tal que la llamaron de Telecinco para presentar un programa junto a Jesús Gil, 'Las noches de tal y tal', ¿Cómo lo recuerda?
R: Era un caballero. Trató muy bien a mi mamita y a mí también. Era una persona de carácter fuerte pero muy amable, muy divertido. Yo le decía ‘terremotico’ porque no se aprendía los guiones. Yo sí soy más metódica y él, que no había hecho televisión de la que yo había hecho, no lo hacía. Pero tenía mucho carisma y yo le seguía el ritmo. Fue muy rápido porque fueron como 35 programas, con muy buen rating. Pero yo ya tenía otros compromisos de telenovelas y tenía que salir rápido de Europa. Algunas veces coincidía con él en grabación y otras no, porque adelantaban mis partes al tener compromisos de trabajo en otros países. Tengo los mejores recuerdos de ese programa. ->>Vea más...
FUENTE: Con información de Jose Madrid - El Confidencial