Por Daniel Coronell - Pulgar fue condenado a una pena leve. Acosta Osío
está extorsionado pero impune y millonario. Mientras tanto el juez que no se
vendió tuvo que salir de Colombia temiendo por su vida, ahora vive en el
exilio y la más absoluta pobreza.
La condena del senador Eduardo Pulgar por tratar de corromper a un juez para
que fallara a favor de su patrocinador político Luis Fernando Acosta Osío en
el pleito por el control de la Universidad Metropolitana de Barranquilla es un
paso muy importante pero no debería ser el final de esta historia. Primero
porque Pulgar no actuó solo y segundo porque hay indicios de que ha seguido
delinquiendo desde la cárcel tratando de extorsionar a quienes conocieron,
participaron o se beneficiaron de sus delitos.
Pulgar no fue el único que trató de torcer la decisión del juez promiscuo de
Usiacurí, Atlántico, Andrés Rodríguez Cáez. Hay grabaciones y fotografías que
muestran que hubo al menos otra reunión para presionarlo. Esa reunión tuvo
lugar en la oficina del ingeniero David Name Terán, un verdadero mago de los
contratos y las influencias desde la época en la que su hermano –y compañero
inseparable de andanzas– José Name era el mayor cacique político de la costa.
Una fotografía muestra a Name en la cabecera de una sala de juntas. Bajo la
mesa se alcanza a ver su pie derecho envuelto en una media casi transparente y
un mocasín blanco. A su lado está sentado el joven juez Andrés Rodríguez Cáez
mirando algo que le muestra Name. En la pared está colgado un retrato del
general Francisco de Paula Santander, el hombre de las leyes. Se alcanza a ver
también la mitad del cuerpo de un hombre de contextura gruesa, pantalón caqui
y camiseta azul oscura.
La identidad del robusto caballero sería un misterio si no existiera un
video, tomado el mismo día, que muestra claramente quién es y además
registra la particular decoración del lugar donde despacha David Name, quien
funge como maestro vitalicio grado 33 de una logia masónica llamada Luz
hermética, que al decir de masones serios es solo un club de negocios.
Pero vamos al video que dura apenas 31 segundos. El visitante es grabado
mientras observa la oficina de Name tapizada en diversas condecoraciones,
compases, escuadras y otros símbolos de la masonería. Sobre un mueble hay
portarretratos con fotos de su fallecido hermano José, de su sobrino el
actual senador José David Name y de su hijo David Name Orozco, quien fuera
compañero de fórmula del exprocurador Alejandro Ordóñez en su risible
candidatura presidencial. Cerca a una puerta hay una imagen de Jesucristo
ataviado con mandil masónico y complementan la decoración dos vitrinas con
17 pistolas y 30 revólveres.
Ah, se me olvidaba contarles la identidad del modelo del video. Se llama Boris Rodríguez, es un controvertido contratista muy cercano a Luis Fernando Acosta Osío y quien estuvo presente en la reunión.
Ese día, el juez grabó la conversación que Acosta Osío empezó así:
–La verdad es que estoy encantado de conocerte. Los amigos del tío David son mis amigos. La familia del tío David es mi familia; yo le digo cariñosamente tío… Te comento. Esto comenzó como una pelea, no de familia, porque los Jaller no son familia.
–Doctor, lo que me tenga que decir del caso en concreto, si mi juzgado es el juzgado de competencia, lo decidimos en el estrado –respondió el juez con firmeza y continuó-. Yo acepté la reunión, con todo respeto, aquí, para… y yo le comenté al señor la situación; pero lo que me vaya a contar del negocio ese de la Universidad, me lo van a contar en la audiencia, porque yo no voy a coger ni para un lado ni para el otro. Sí le digo una cosa: no me gustó, primero la tutela; no me gustó que hubieran mandado allá al alcalde de Usiacurí y no me gustó que me hubieran citado donde el senador Pulgar, porque yo no soy de ninguna casa política, de ninguna. ->>Vea más...
FUENTE: Artículo de Opinión – Los Danieles