El primer contacto entre Guarda di Finanza Italiana y los Mossos por un tema relacionado con la N'Drangheta se remonta a 2010 cuando las autoridades italianas pusieron en conocimiento de las catalanas la existencia de una banda especializada en tráfico de drogas en Calabria y Lombardía con conexiones en Barcelona.
Esta organización estaba dirigida por Pasquale C., miembro de la N'Drangheta calabresa y que actualmente se encuentra en prisión en Italia.
Esta intervención de la policía italiana culminó con la incautación de 350 kilogramos de cocaína, así como una importante cantidad de hachís, que, procedente de Barcelona, llegó a Calabria gracias a la colaboración de un miembro de la Camorra napolitana, residente en Castelldefels (Barcelona) y que se encuentra en paradero desconocido.
A mediados de 2012, los Mossos iniciaron una investigación tras conocer que Gugliemo di G., de 47 años, y su sobrino, Rosario di G., miembros de la N'Drangheta emparentados con Pasquale C. y residentes de Barcelona, podían estar relacionados con la gestión, transporte, almacenaje y distribución de grandes cantidades de hachís y cocaína con destino a Italia.
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