“Cuando vimos que todo iba en contra de nuestro cliente –un líder en la industria– decidimos que teníamos que expandir el equipo. ¿A quién contratamos? A Armando Gutiérrez”, escribió el cabildero Carlos Giménez Jr., hijo del alcalde condal, en un correo electrónico “¿Queríamos hacer eso? Claro que no. Pero eso es lo que las compañías buenas que quieren competir en condiciones de igualdad tienen que hacer en la ciudad de Miami, cosa que me da asco”.
Gutiérrez es otro cabildero y un antiguo amigo y asesor político del alcalde Tomás Regalado.
No hay nada nuevo en el hecho de que cabilderos y políticos tengan relaciones cercanas. Lo que es inaudito es que un cabildero rompa el código de silencio inherente a su profesión y que se queje, por escrito, sobre lo sucio que es el proceso.
Giménez rehusó comentar para este informe sobre el correo electrónico que envió en el 2010 al administrador del blog, Investigation Miami, con la aclaración de que “obviamente, todo esto te lo digo de manera confidencial”.
FUENTE: Melissa Sanchez - http://www.elnuevoherald.com VER ARTÍCULO COMPLETO EN: http://www.elnuevoherald.com/2013/03/25/v-fullstory/1438943/el-poder-de-los-cabilderos-en.html |