Las sotanas de los llamados purpurados, los prelados que componen el colegio de cardenales, son rojas en ceremonias especiales, en homenaje a Cristo.
Cuando reciben el título cardenalicio de manos del Papa, se comprometen a "defender la fe hasta la muerte, hasta el punto de dar su sangre".
El birrete o solideo que llevan en la cabeza es también de color rojo cardenal y representa la entrega al Santo Padre. El rojo púrpura era el color de los trajes de los patricios romanos, cuyo uso después fue reservado al emperador.