Los receptores de los riñones pagaban hasta 125 mil dólares por los gastos médicos que incluían la captación del donante peruano. Los donantes eran personas de escasos recursos económicos, quienes recibían desde 4.500 hasta 7.000 dólares por entregar un riñón.
EN MESA DE OPERACIÓN
En muchos casos, dice la Fiscalía, los pagos a los donantes se realizaban casi en la misma mesa de operaciones, para evitar que estos pudieran retractarse. Previamente los receptores habían pagado el servicio depositando el dinero en las cuentas bancarias de los médicos.
"Existen indicios razonables, plurales y concomitantes que hacen presumir la existencia de una red criminal conformada por profesionales de la salud y ciudadanos particulares, destinada a la comercialización de riñones, que va desde la captación de donantes hasta el propio trasplante; llevadas a cabo en diferentes clínicas privadas, que no contaban con acreditación ante la Organización Nacional de Donación y Trasplantes", precisa la Fiscalía.
Además, en la mayoría de los trasplantes renales se trataba de pacientes no relacionados con los donantes, es decir, no eran familiares, ni allegados a los receptores; además se ha establecido que varios pacientes receptores son de procedencia extranjera, mientras que la totalidad de donantes, ciudadanos peruanos.
Otra prueba importante de la existencia y actuación de esta organización la constituye el hecho de que las personas que vendieron sus riñones se hicieron las pruebas de compatibilidad en los laboratorios LAD, donde existiría una base de datos de donantes que se ofrecía a los médicos especialistas y estos a sus pacientes.
Así, existen donantes que se practicaron los exámenes de compatibilidad con dos y hasta tres años de anticipación, antes de que apareciera el receptor compatible.
Cuando esto sucedía los llamaban por teléfono para ingresar a las clínicas donde se realizaría la extracción. Uno o dos días antes llegaba al Perú el receptor procedente de Estados Unidos, México, Italia, Francia, China, Libia, los países bálticos, Venezuela y Croacia.
CRIMEN ORGANIZADO
La denuncia de la Fiscalía alcanza a los médicos: Fernando Vásquez Mendoza, Primo Ricardo Pacheco Núñez, César Arturo Liendo Liendo, Paul Ernesto Castro Monteverde, Christian Rafael Miranda Orrillo y José Antonio Arias Delgado. También a los accionistas del laboratorio LAD: Víctor Manuel Salas Díaz y Víctor Manuel Salas de Jesús.
Igualmente, se ha identificado a Rafael Ramón Peraldo Jaramillo, conocido como "Doctor Rafael", José Armando Lévano Gómez, Guillermo Ricardo López López y Juan Alburqueque Quispe como las personas que se encargaban de captar y pagar a los donantes.
Los médicos y los intermediarios deberán responder ante la justicia como presuntos autores de los delitos contra la paz pública, intermediación onerosa de órganos en calidad de integrantes de una organización criminal y por el delito de asociación ilícita para delinquir en agravio de la sociedad.
Los donantes también han sido incluidos en la denuncia fiscal, pues está prohibido vender los órganos del cuerpo humano, aunque sea el propio. Igualmente se ha considerado como corresponsables a las clínicas Hijas de San Camilo, nombre comercial de la clínica Padre Luis Tezza, Vesalio, San Felipe y el Laboratorio LAD.
FAMILIAS ENTERAS ERAN DONANTES
Entre los donantes aparecen familias enteras o ciudadanos que viven en el mismo barrio, como ocurre con los vecinos de Las Lomas de Ventanilla-Callao y está comprometido hasta un recluso del penal de Lurigancho. Personas que llegaron desde la sierra de Piura o que fueron trasladados hasta el Cusco para entregar su riñón.
Los médicos nefrólogos y urólogos denunciados niegan conocer que se haya pagado a los donantes de los riñones, pero lo que declaran cobrar como honorarios difiere sustancialmente con los depósitos recibidos en sus cuentas bancarias.
Esta investigación comenzó en el 2009, a raíz del caso del ciudadano mexicano Oscar Soberón Cueto, a quien bajo el nombre de Omar Subiur, el médico Christian Miranda Orrillo le hizo un trasplante de riñón en la clínica de cirugía La Paroscópica. Al donante lo intervinieron en la clínica Santa Lucía y le pagaron 7 mil dólares. Soberón Cueto pagó por toda la operación 125 mil dólares.
| FUENTE: LaRepublica.pe |





