Al respecto, el fiscal primero de Drogas, Javier Caraballo explicó a los medios locales que se había obtenido información relativa a la existencia de droga en el barco (la nave Chong Chon Gang). Ya este barco tenía antecedentes de llevar sustancias ilícitas. Por ello, Caraballo dijo que se condujo el barco al puerto de Manzanillo, Colón.
El funcionario comentó que allí la tripulación “se mostró reacia y belicosa”. Pero, tras varios días de revisión, en una de las bodegas, se lograron encontrar, debajo de una gran cantidad de azúcar, unos contenedores que resultaron tener equipos que al parecer eran militares, de acuerdo con el fiscal.
El mandatario panameño, Ricardo Martinelli, quien se trasladó hasta Colón en compañía del ministro de Seguridad Pública, José Raúl Mulino, dijo que se tuvo una gran dificultad en esta operación, debido al amotinamiento de los marinos. Incluso, comentó que el capitán intentó suicidarse. Hemos vistos 220 mil quintales de azúcar que, al removerla, se encontraron contenedores con posible material bélico, aseguró el gobernante panameño a los medios.
Sobre este hecho, Martinelli expresó que “el Canal de Panamá es de paz y no de guerra”. “Que el mundo sepa que no se puede estar pasando material bélico no declarado por el Canal de Panamá”, agregó.
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