Tras 12 horas de esfuerzos, bomberos civiles y de la Marina no pudieron abrir a tiempo una brecha de la parte trasera de la nave, que afloraba sobre las aguas, para llegar hasta los siniestrados.
Tres de los marineros que se encontraban en el exterior del sumergible pudieron saltar al agua cuando se produjo el estallido y un posterior incendio.
La Armada india ordenó una investigación de alto nivel del accidente y aunque en un principio presume que se debió a fallas técnicas, no ha descartado que se trate de un sabotaje.
Como en otros años en víspera del Día de la Independencia, el país está bajo medidas excepcionales de seguridad en prevención de actos terroristas.
Presente en el lugar, el ministro de Defensa, A. K. Antony, dijo sentirse profundamente conmovido por el hecho y envió sus condolencias a los familiares de las víctimas.
De factura rusa y propulsión mixta eléctrica-diesel, el INS Sindhurakshak era uno de los 10 submarinos comprados por la India a Rusia entre 1986 y 2000. Había sido modernizado hace menos de un año a un costo de 80 millones de dólares.
El accidente ocurrió dos días después de botar la India su primer portaaviones de fabricación nacional, en un intento por unirse al reducido grupo de naciones capaces de un empeño de ese género (Estados Unidos, Rusia, Francia y Reino Unido).
Se teme que la explosión haya dañado a otros buques de la Marina en el astillero de Mumbai, una instalación de la época colonial y con secciones civiles y militares que emplea a más de 10 mil personas.
| FUENTE: Prensa Latina |
