Morales llegó con varios regalos hasta la comunidad de Frasquia, donde vive Flores, de 123 años de edad, en compañía del gobernador de La Paz, César Cocarico, y luego recomendó a los familiares de quien se considera el hombre más viejo del mundo que cuiden de su alimentación y eviten llevarlo a la ciudad para no hacerle daño.
En declaraciones que recogió el canal estatal Bolivia TV, en el lugar donde vive Flores, el jefe de Estado insistió en que allí “se respira aire puro. No es como la ciudad”.
Llevarlo a la urbe sería “hacerle daño al abuelito. Recomendaría a la familia, a los hijos, comida natural, queso, quinua, leche, ni siquiera cebolla, zanahoria. La quinua, estoy convencido, es el mejor alimento para mí”.
El mandatario se comprometió a construir un hogar para que Flores deje su “vieja casita de adobe”, además de ofrecerle una enfermera para que lo cuide, pero enfatizó que ella deberá conocer la medicina tradicional que se practica en el país.
Flores, alertado por sus familiares de que hablaba con el presidente, le pidió a este ayuda para obtener un terreno en la ciudad de El Alto.
El anciano es candidato a ser reconocido el hombre más viejo del mundo por el Libro Guinness, un título que hasta ayer ostentó el español Salustiano Sánchez, fallecido a la edad de 112 años.
Según el presidente boliviano, los trámites para el reconocimiento de Flores están en curso: “seguramente pronto van a tener una buena noticia”.
FUENTE: SiBCI/PL |