El exgobernante (1990-2000), que afronta un nuevo juicio por corrupción, fue ingresado a primera hora en la clínica La Luz por 24 horas por haber sufrido el domingo inmovilidad e insensibilidad en el brazo izquierdo el domingo último, según su médico personal, el parlamentario Alejandro Aguinaga.
Indicó que los exámenes practicados al paciente verificaron que el problema se debe a que sufrió dos infartos cerebrales y que ha recuperado la movilidad mas no la sensibilidad en el brazo, versión confirmada por el neurólogo que lo atiende, Juan Francisco Barreto.
Según Barreto, Fujimori permanecerá indefinidamente ingresado porque de no tener atención médica permanente podría quedar hemipléjico, con la mitad del cuerpo paralizado, situación que según dijo se agrava por el hecho de ser el paciente depresivo, además de hipertenso.
Esos males y los antecedentes de ulceraciones precancerosas en la boca fueron invocados por los familiares del exgobernante en un pedido de indulto presidencial humanitario, pero una junta médica independiente dictaminó que su situación no era grave y estaba controlada.
Por esa y otras consideraciones, como el hecho de no aceptar el preso sus culpas ni manifestar arrepentimiento por los crímenes de lesa humanidad y corrupción por los que fue condenado, determinaron que el presidente Ollanta Humana rechazara la petición en junio de 2013.
Intentos de su abogado para que la condena a Fujimori sea revisada o anulada han sido rechazados por el Poder Judicial, así como un pedido de que cumpla su sentencia en prisión domiciliaria, modalidad permitida legalmente solo para inculpados por delitos de menor gravedad y no para condenados.
El exgobernante está recluido en una cómoda prisión exclusiva, dentro de un cuartel policial, y la prensa ha revelado que disfruta de una atención privilegiada, así como de atención médica permanente.
Pese a ello, meses atrás acusó a las autoridades penitenciarias de supuestas torturas por habérsele cortado la línea telefónica de su prisión debido a que la usó para dar entrevistas periodísticas sin la necesaria autorización.
| FUENTE: Prensa Latina |
