Río de aficionados llegaron al aeropuerto de la capital colombiana a recibir a sus ídolos, luego se apostaron a ambos lados de las calles para ver pasar el autobús que los llevó al Parque Simón Bolívar y al cual siguieron paso a paso con la intención de acercarse y por lo menos tocarlo.
Tomaron fotografías y saludaron de lejos a esos héroes que los hicieron soñar y que registraron hasta hoy la mejor actuación de una selección colombiana en los cinco mundiales en los que ha participado.
La mancha amarilla y roja que se pudo observar en las calles, se fue moviendo detrás de la caravana hasta el parque Simón Bolívar con banderas, globos, pitos y pancartas con agradecimientos al equipo y a su técnico José Pekerman.
"No perdimos el Mundial, el Mundial nos perdió a nosotros", o "Pekerman sos colombiano", fueron algunos de los mensajes que se pudieron ver entre los aficionados que convirtieron este día en una verdadera fiesta patria gracias al fútbol y a los protagonistas que luego de 16 años llevaron nuevamente a Colombia a la cita mundialista más importante del llamado "deporte rey".
Al paso del autobús que trasladaba a los jugadores y estaba escoltado por la Policía, los hinchas gritaban, cantaban y los saludaban en medio de lágrimas de felicidad por tener tan cerca a los jugadores que respondieron con un saludo, una sonrisa, y hasta el ondear de la bandera como lo hicieron Freddy Guarín y Juan Guillermo Cuadrado.
El parque Simón Bolívar con capacidad para más de 80.000 aficionados, fue insuficiente para recibir a todos los hinchas que querían formar parte de la gran fiesta de bienvenida de la selección, y muchos de ellos debieron conformarse con las cuatro pantallas gigantes en las que pudieron disfrutar de los grupos musicales que abrieron el espectáculo y luego de las palabras de algunos de los protagonistas del día. Se calcula que había más de 150.000 personas sólo en ese recinto.
Los jugadores, ante la insistencia de los fanáticos salieron a bailar y a reproducir los pasos con los que celebraron cada gol que hicieron en Brasil.
Afiches de los jugadores adornaron también el escenario, pero uno en especial sobresalió y fue el del 10 de Colombia, James Rodríguez, goleador hasta el momento del mundial con seis anotaciones. James enarboló la camiseta de Falcao (9) para darle también las gracias al famoso futbolista colombiano que no pudo jugar en el mundial debido a una lesión.
Colombia como muy pocas veces lo había vivido se desbordó de felicidad, el fútbol una vez más fue protagonista, tras recordar algunos el 5-0 con el que el país vibró cuando la selección nacional le ganó a la de Argentina en las eliminatorias al Mundial de Estados Unidos 1994.
FUENTE: Agencias - http://www.aporrea.org |