El grupo de rescate está integrado por cinco bomberos hondureños y dos socorristas guatemaltecos, cuentan además con el apoyo de 15 mineros locales para garantizar el descenso hasta donde se encuentran las víctimas del accidente.
Ante los constantes desprendimientos de tierra, los rescatistas bajaron con madera y otros soportes para protegerse de roca y barro que han estado ocurriendo en la mina artesanal carente de los más mínimos requerimientos de seguridad, indica Prensa Latina.
Si este intento de rescate no funciona habrá que dar por muertos a los ocho mineros, porque "es difícil que el cuerpo humano resista tanto tiempo bajo la tierra sin oxígeno, alimento y agua", comentó el jefe de la Comisión Permanente de Contingencias, Moisés Alvarado.
Bayron Maradiaga, uno de los tres mineros rescatados el viernes, reveló que al ocurrir el derrumbe quedaron separados de sus otros compañeros y los sintieron quejarse porque no soportaban el peso de las piedras y no volvieron a escucharlos.
El accidente ocurrió este miércoles después que los mineros detonaron dinamita, dos días después lograron rescatar a tres sobrevivientes protegidos por unas maderas.
La mina de oro está ubicada 16 kilómetros al sur de Tegucigalpa, en una zona montañosa donde hay unos 80 túneles y en ellos trabajan de manera artesanal cientos de personas de las empobrecidas comunidades rurales vecinas, añade Prensa Latina.
FUENTE: AVN |