El documento, que consta de 85 tomos y 13 anexos, comprende más de 54.000 folios en los que varios nombres, direcciones y otros datos personales aparecen ilegibles, mientras que varias fotos, gráficas y otros documentos también fueron reservados, refiere un despacho de AFP.
La procuradora General de la República decidió hacer público el expediente, luego que una periodista solicitara al gobierno romper el hermetismo con el documento a través de la ley de transparencia, lo que obligó a la fiscalía a darle acceso a los folios.
Un comunicado de la Procurauría General de la República indicó que el objetivo de divulgar el expediente es "garantizar, de mejor manera, el derecho ciudadano al acceso a información".
Hechos no investigados, evidencias destruidas y errores cometidos, como la descoordinada participación de más de 52 fiscales al mismo tiempo, son sólo parte de las conclusiones del grupo de investigadores que, tras seis meses de trabajo, determinaron que no hubo voluntad para localizar a los jóvenes.
La fiscalía mexicana dijo que los estudiantes habían sido detenidos por policías y posteriormente entregados a sicarios de Guerreros Unidos, quienes los habrían llevado a un basurero en Cocula, donde supuestamente asesinaron a los jóvenes para luego incinerar sus cuerpos en una pira que ardió por más de 12 horas con combustibles, llantas, madera y basura. Pero las investigaciones dicen que no fue así.
Las razones son varias. En primera instancia, no existen evidencias de que un fuego de tal magnitud se haya registrado en un basurero. De hecho, de acuerdo a las conclusiones de los expertos tras el peritaje a la zona, en los alrededores del supuesto lugar de cremación no había combustible suficiente para tal fin.
Por otra parte, el grupo de investigadores determinó que persistían las dudas sobre el número de autobuses que se utilizó para trasladar a los estudiantes, puesto que en el expediente oficial se dice que fueron cuatro, pero los testimonios de las víctimas hablan de un quinto que, en efecto, existió.
El reporte destaca además que en las horas previas a su desaparición, los estudiantes sufrieron ataques coordinados por parte de la policía de dos municipalidades, lo que permite inferir el posible mando central de una persona aún desconocida con la anuencia de agentes militares y federales.
El informe fue presentado a inicios del pasado septiembre ante familiares de los estudiantes desaparecidos y diversos invitados, incluidas autoridades federales: "¡Porque vivos se los llevaron, vivos los queremos!", "¡Ni perdón, ni olvido, castigo a los asesinos!", gritaron, reseña un despacho de El Informador de México.
FUENTE: AVN |