¿Qué ha pasado con Pedro? Que un jugador ha dicho lo que piensa y eso mismo ha creado estupefacción. Estamos tan acostumbrados a que los futbolistas aparezcan ante los micrófonos para decir las típicas frases hechas que nos descoloca sobremanera que se salgan de ese guion preestablecido. Es posible, o seguro, que el escenario en el que se produjeron esas declaraciones de Pedro no fuera el más idóneo, pero se puede llegar a comprender la intención del jugador, que no era otra que ser sincero, algo que suele escasear y mucho en el mundo del fútbol.
No es posible, no obstante, que lo que dijo no le pase factura al jugador canario. No tanto ya desde el punto de vista deportivo, como sí en el de la opinión pública, que como pasó con De Gea, realiza sus juicios de valor por lo general sin plantearse las razones de lo dicho o la verdad de lo contado. Futbolísticamente hablando, Pedro va a seguir siendo uno más en el grupo. La idea de jerarquía de Vicente del Bosque es no realizar ningún tipo de distinción entre los miembros que él coordina. No hay diferencias en el trato entre Casillas y De Gea, ni la habrá entre Pedro y otro jugador que no haya expresado su opinión sobre su escenario en el equipo español.
Siempre estará agradecido
Ni siquiera si el chico ha tenido que ir a darle explicaciones para asegurarle que no había “atacado a nadie”, mucho menos a él, al que siempre estará “agradecido”. El seleccionador es inmovilista en ese sentido. Ha basado en su indistinción entre jugadores su manejo de vestuarios muy complicados como el del Real Madrid y el de España, y los resultados están a la vista. Pedro jugará contra Croacia, si no como titular, sí en el segundo tiempo. Lo habría hecho igualmente antes de todo este lío y lo hará de la misma manera después. De Gea, para seguir con el paralelismo, iba a ser titular antes y después de que se descubriese que era un conocido de Torbe. Igual que Casillas no supo antes que otros que no jugaría esta Eurocopa como titular.
Otra cosa bien distinta es la opinión de los medios de comunicación y de los aficionados al fútbol que le hayan prestado un mínimo de atención a lo que ha sucedido con Pedro. A toda esa gente es muy difícil convencerla de que no ha sido un error lo que ha hecho Pedro, si es que no lo ha sido, y que hay que olvidarlo, pasar página para que la Selección pueda seguir siendo el equipo que mejor juego hace de la Eurocopa. Hasta que no pase el partido contra Croacia, no se va a dejar de hablar de este tema. Lo mejor, de hecho, ha sido que se produzca justo antes de un partido, para que se difumine entre la hierba y el sudor de los jugadores. Podría tener su parte negativa, esto es, que afectase al rendimiento de los jugadores, pero si no afectó lo de De Gea, que era un asunto de mucha más envergadura al estar hablando de un tema judicial, es imposible que esto varíe en absoluto el ambiente que se vive en el vestuario.
Probablemente, la única manera real de que esta bola de nieve comience a derretirse es ganar a Croacia. “Las victorias unen”, dijo Del Bosque. Lo hacen, sin duda. Nada habría sido lo mismo en este equipo si Piqué no llega a marcar aquel gol a Chequia en el minuto 87. Probablemente no se habría ganado con tanta facilidad a Turquía y quizá ahora estaría la Selección con el agua al cuello por clasificarse, o sufriendo por un cruce muy indeseado. Pero se ganó, y nadie más volvió a acordarse de David de Gea y sus supuestos líos con prostitutas. Vencer en el último partido de la fase de grupos y cerrar el liderato como el mejor primero del torneo sería fantástico deportiva y extradeportivamente. Si se cierra el pase como líder, lo de Pedro quedará en un pequeño recuerdo de algo casi serio que pasó un día de junio.
FUENTE: Jesús Garrido - http://www.elconfidencial.com